Claves para aprovechar el potencial del mercado de los wearables

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Aunque aún queda un largo camino para convertirse en un producto de masas, el de wearables es de los pocos mercados con cifras de crecimiento de doble e incluso triple dígito. IDC señala que los nuevos proveedores, factores de forma, aplicaciones y casos de uso ayudarán a impulsar más el sector, mientras que GfK apunta que las mejoras de uso, personalización y diseño de los dispositivos serán claves para atraer al comprador. Hemos consultado a las principales consultoras y a Sony Mobile y Esprinet sobre la evolución de este mercado.

Si en 2015 se suministraron unos 78,1 millones de wearables en todo el mundo, lo que representa un crecimiento anual del 171,8%, para este año IDC prevé que se alcanzarán los 110 millones de unidades, un 38,2% más con respecto al año anterior. La consultora augura que el mercado crecerá impulsado por la llegada de nuevas marcas al mercado y la creciente demanda por parte de los consumidores, unidas a la proliferación de nuevos dispositivos diferentes.

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IDC prevé asimismo que, si bien, en 2016 los relojes y pulseras seguirán siendo los dispositivos más demandados, con unas ventas combinadas de 100 millones de unidades, frente a los 72,2 millones suministrados el pasado año, otros formatos, como auriculares, gafas y prendas de vestir inteligentes, acumularán unas ventas de 9,8 millones de unidades. Esto abrirá la puerta a nuevas experiencias, casos de uso y aplicaciones de cara al futuro.

"El wearable de hoy día no se parecerá en nada al que veremos en el futuro. La conectividad celular, los sensores de salud, sin mencionar la explosión del mercado de aplicaciones, aumentarán tanto el atractivo como el valor de este mercado en el futuro”, asegura Ramon Llamas, director de Investigación en el equipo Wearables de IDC.

Los wearables calan entre los tecnófilos

Los wearables han calado entre un público eminentemente techie, que IDC denomina “wearable intenders”. Se trata de consumidores que se sienten a gusto con la tecnología, y de los que, cerca de tres cuartas partes, reconocen que lo primero que hacen por la mañana cuando se levantan es mirar su móvil. Además, el 87% utiliza Facebook, de los que casi un 30% entra en dicha red social cada hora.

Según IDC, el 74% de estos usuarios se muestra de acuerdo con la afirmación de que “la tecnología wearable es excitante”, mientras que un 71% cree que la tecnología que rodea a los wearables representa la gran explosión tecnológica, y el 65% afirman que la tecnología de los wearables tendrá un impacto positivo en la vida diaria de las personas. Sobre los usos que dan a los wearables, el 80% los utilizan para controlar su salud y actividad física, frente a un 69% que los emplean para comunicarse y estar en contacto con amigos y familia.

“Los intenders son entusiastas de la tecnología, pero muestran dudas actualmente a la hora de adquirir un dispositivo. Esto significa que las empresas todavía no han conseguido desarrollar un producto que sea funcional y que esté a la última en estilo. Dado que los intenders son consumidores plenamente conscientes de las tendencias en moda, las empresas necesitan en estos momentos poner el foco en los aspectos estéticos de sus productos, mucho más que en las prestaciones tecnológicas”, ha señalado Allan Fromen, vicepresidente y socio consultor de la división Global Buyer Behavior Practice de IDC.

La preferencia de marcas de los wearable intenders difiere por categorías, siendo Apple la marca más demanda para smartwatches, Fitbit la de dispositivos de fitness, Google la de gafas inteligentes y Nike la de prendas de vestir.

“Este sector dejará de ser algo exclusivo de los tecnófilos y los “early adopters” para convertirse en un escenario que es bienvenido en el mercado de consumo de masas”, afirma Ramon Llamas. Ahora bien, todavía le queda un largo recorrido para su generalización, “y puesto que los wearables todavía tienen que llegar por completo al mercado de consumo, aún hay mucho espacio para el crecimiento en múltiples vectores”.

El analista senior de IDC, Jitesh Ubrani, añade que "existe una gran cantidad de espacio para dispositivos más simples que llamarían la atención del usuario medio, mientras los smartwatches siguen satisfaciendo a los tecnófilos".

El público masivo como objetivo

Está claro que aún falta mucho para que los wearables lleguen al gran público. La gran pregunta en este caso sería, ¿qué se necesita para ello?

La evolución de las ventas nos da algunas pistas de lo que buscan los clientes. En este sentido vemos que, pese al interés despertado por la llegada al mercado de productos como Google Glass y Apple Watch, pocos han adoptado estos dispositivos de gama alta. En comparación, la popularidad de dispositivos de control de la actividad física o de fitness, que, según datos de GfK, representan aproximadamente el 58% de las ventas de wearables en Europa, revela cuál podría ser uno de los elementos necesarios para convertir a este mercado en uno de masas: el precio.

Una encuesta de Juniper Research apunta solo uno de cada cinco consumidores pagaría más de 175 dólares por un wearable de cualquier tipo. "Además de ofrecer un uso más definido, los dispositivos de fitness también ganan en valor. Son los wearables más asequibles en el mercado, y la única categoría por debajo de los 175 dólares, una cifra que nuestra encuesta identifica como el precio máximo que la mayoría de consumidores pagaría”, asegura el analista de Juniper Research, James Moar.

Sobre el tema del precio, Diego Lanzuela, large &médium customers sales director de Esprinet, puntualiza que “quizá en los productos de dicados al deporte, el precio sí pueda tener influencia porque el abanico es amplio, pero en productos como los smartwatches, más orientados a segmento de moda, el precio no es una variable a tener en cuenta”.

Por su parte, Oscar Mories, key account manager de Sony Mobile y encargado de la división de wearables, comenta que el precio medio de un wearable es de 220 euros y crece cerca de un 80% cada año. “Esto supone que las principales marcas estamos realizando una apuesta importante por este segmento del mercado que, a su vez, acapara un interés muy importante en toda la cadena de valor: mayoristas, distribuidores, etc.”, asegura.

Otro de los elementos a potenciar es el de la funcionalidad. Y es que, frente al smartphone, que es el mayor rival de los wearables en términos de funcionalidad y beneficio, los wearables tienen que potenciar su principal utilidad, que no es otra que la monitorización de los usuarios. Los nuevos sensores integrados en estos dispositivos permiten desde la monitorización de la actividad deportiva pasando por el control del estado de salud de los ancianos, la localización de niños, y el diseño de sistemas de alarma y alerta personales. Son muchos los usos de los wearables en este terreno que aún tienen que ser explotados. Un ejemplo de ello lo tenemos en dispositivos y aplicaciones dirigidos al control de adicciones como el tabaco, el alcohol o las drogas, o que permiten seguir un régimen alimenticio.

“El público objetivo de los wearables es muy amplio: cualquier persona que quiere tener un control de su día a día (calorías consumidas, pasos dados, cuánto ha dormido). Observamos asimismo que el rango de edad se amplia y encontramos un mayor porcentaje de personas mayores que hacen uso de los productos inteligentes para controlar su actividad física diaria”, apunta Oscar Mories, de Sony Mobile. “Además, cada vez hay más empresas que utilizan estos dispositivos para mejorar la calidad del trabajo de sus empleados, como las empresas de transporte que controlan las horas de conducción de sus trabajadores”. 

El canal retail se vuelca

De momento, es el canal retail el que ha apostado más fuerte por el mercado de wearables. Así, como explica Oscar Mories, de Sony Mobile, “teniendo en cuenta el auge de los wearables, los principales retailers de España cuentan con espacios exclusivos para vender estos dispositivos. En el caso de Sony, MediaMarkt, El Corte Inglés o Fnac, cuentan con espacios donde poder adquirir un SmartWatch 3 o SmartBand 2, entre otros”.

Aunque es un producto muy enfocado a canal retail, los wearables podrían algún día interesar a distribuidores especializados en empresas. Así lo opina Diego Lanzuela, de Esprinet, que subraya que “pueden ofrecer datos a empresas dirigidas al transporte o almacenaje, en las que haya un ejercicio físico o desplazamiento que sea interesante conocer o gestionar. Eso sí, por cuestiones legales, deberían ser datos generales, no nominales, porque la legislación es muy clara. En todo caso, el mercado pro dependerá del desarrollo de aplicaciones que aprovechen estos datos. En todo caso, son datos para detectar necesidades del puesto de trabajo, no de control de personas”.

En cualquier caso, es de esperar que los nuevos formatos y casos de uso extiendan su alcance no sólo a distribuidores de TI enfocados a un público profesional, sino a nuevos tipos de distribuidores a ajenos a la tecnología. Un ejemplo lo tenemos en Huawei, el primer fabricante en lanzar un smartwatch en el canal de joyeros y relojeros.