Los retailers deben abrazar las nuevas tecnologías para no desaparecer
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Dado que los minoristas no sólo tienen un tipo de comprador, el primer paso para satisfacer a su base de clientes es aprovechar tecnologías tales como iBeacons, VLC y WiFi, y usar el smartphone como una plataforma para involucrar y atraer a los clientes.
A medida que los retailers tradicionales se transforman, los establecimientos deben impulsar la tecnología en las tiendas y aprovechar las posibilidades del comercio electrónico y la movilidad para subsistir. Así lo indica un informe de ABI Research, que reconoce que los Millennials y la Generación Y son los agentes de esta revolución.
"Los Millennials juegan un papel importante en esta revolución de las compras en las tiendas, ya que sus smartphones son básicamente una extensión evolutiva que la industria de retail debe tener en cuenta", explica Patrick Connolly, analista principal de ABI Research. "La batalla entre tiendas físicas y online ha terminado. Todos los minoristas deben apostar por la omnicanalidad y aprovechar el poder de los smartphones para desarrollar experiencias personalizadas de próxima generación".
Los minoristas no sólo tienen un tipo de comprador, de ahí que para satisfacer a su base de clientes deban conocer sus preferencias mediante el aprovechamiento de tecnologías existentes, tales como iBeacons, VLC y WiFi. Asimismo, los minoristas pueden usar el smartphone como una plataforma para involucrar y atraer a los clientes, abriendo al mismo tiempo un nuevo canal de ingresos por publicidad.
"La instalación de una red iBeacon no es suficiente", continúa Connolly. "Los minoristas deben reunir y analizar todos los datos que recojan a través de sus tiendas físicas, online y puntos de venta móviles. Es la única manera de entender las necesidades del cliente de cara a lanzar ofertas personalizadas, mejorar los procesos de compra y crear nuevos servicios ".
ABI Research vaticina que, en 2025, estaremos expuestos a un nuevo mundo de compras en el que el valor de una tienda física ya no se medirá en volumen de ventas, no existirán colas, cualquier superficie será una tienda, los clientes serán capaces de encontrar y comprar cualquier artículo en cualquier momento, y las prendas de vestir se probarán de forma virtual y se imprimirán en casa. “El camino hacia el futuro debe comenzar hoy para los retailers inteligentes", concluye Connolly.
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