Los drones, un mercado con gran potencial en el ámbito corporativo y en el canal

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A pesar de la atención que han despertado, los drones no son nuevos, aunque las mejoras en la tecnología y la caída de los costes han abierto una oportunidad para que estos vehículos aéreos no tripulados evolucionen de simples juguetes a dispositivos con múltiples usos empresariales. No en vano se estima que en 2015 este mercado generará unos ingresos de 4.600 millones de dólares.

Según datos de GfK, en 2015 se suministraron 700.000 drones en los Estados Unidos. Sin embargo, su amplio rango de aplicaciones y el abaratamiento de estos dispositivos, con precios populares que van desde menos de 100 euros hasta 400, hace de los drones un mercado en trayectoria ascendente. Prueba de ello son los datos que se extraen de otro estudio, este de ABI Research, que estima unas ventas de 90 millones de unidades en 2025, lo que supone una tasa de crecimiento compuesta anual del 30,4%. Esto generará unos ingresos que rondarán los 4.600 millones de dólares, según la consultora.

Sólo en Europa, el mayor mercado regional de drones de consumo, dos fabricantes acaparan actualmente alrededor de tres cuartas partes del mercado: la compañía china Dajiang Innovation Technology y el fabricante francés de productos inalámbricos Parrot. Se espera que esto cambie, a medida que nuevas empresas entren en el mercado para aprovechar la oportunidad de crecimiento que los drones ofrecen.

Del mismo modo, la llegada de nuevos fabricantes ayudará a que el canal de distribución apueste cada vez más por estos productos. A este respecto, los drones se están vendiendo en Europa tanto a través del canal on-line como en establecimientos de retail, siendo las ventas en tienda las que predominan en el mercado español.

Todo un mundo de aplicaciones

Desde la realización de películas aéreas y mapas cartográficos del paisaje, a las entregas comerciales y el despliegue de ayuda, e incluso la automatización de la agricultura mecanizada, los drones ofrecen un sinfín de aplicaciones que ya son explotadas por muchas empresas.

Las empresas norteamericanas continúan dando los pasos necesarios para hacer habitual la entrega de pedidos a domicilio con la ayuda de drones. Es el caso de la cadena de establecimientos 7 Eleven, que, en colaboración con la startup Flirtey y tras la pertinente aprobación por parte de las autoridades de aviación, ha entregado hace un mes su primer pedido a domicilio.

Gigantes digitales como Facebook, Google y Amazon, ya tienen los drones en sus planes de trabajo –Facebook y Google para expandir el alcance de Internet, y Amazon y Google para las entregas–. El reto de Amazon es entregar paquetes de un máximo de 2,5 kg a los consumidores en menos de 30 minutos. Teniendo en cuenta que nueve de cada diez pedidos tienen cabida en este servicio de entrega, la relación coste-efectividad será significativa. Pero el uso de drones para las entregas está aún muy lejos de generalizarse.

"Se trata en gran medida de un mercado 'prosumer', donde las empresas van a utilizar drones para satisfacer las altas expectativas de los consumidores conectados en busca de un mejor servicio más transparente a través de numerosas industrias”, explica el analista de GfK, Aatish Thakerar. “Para las empresas, los drones serán un catalizador para la reducción de costes y el aumento de la eficiencia, pero hay un largo camino por recorrer y el progreso en este mercado se basa en gran medida de la evolución de la tecnología de automatización. Sin automatización no puede haber presencia de aviones no tripulados en áreas urbanas, lo que significa que no habrá entregas".

Desafíos tecnológicos

Los drones de hoy en día no están exentos de problemas que aún hay que solventar. Estos incluyen la limitada tecnología de "detectar y evitar" obstáculos, las restricciones de peso a transportar, la falta de visión nocturna y la corta vida de la batería. A medida que entran en el mercado nuevos jugadores, estos desafíos están siendo solventados y los nuevos drones son cada vez más sofisticados. Por ejemplo, el "Flying Wing" de VTOL Technologies puede permanecer en el aire durante una hora, mientras que el "SkyProwler" de Krossblade puede volar a 60 mph.

A medida que la complejidad de la tecnología siga aumentando, los drones con al menos una cámara superarán en número a los que no llevan ninguna a partir de 2019. Esas cámaras no se limitarán a hacer fotografías y videos, sino también se utilizarán para aplicaciones de visión, tales como seguir movimiento, evitar obstáculos y otras funciones avanzadas.

Phil Solis, director de investigación de ABI Research, opina que en los próximos años “la mayoría de los drones vendidos serán juguetes, seguido de los demandados por los consumidores más profesionales, mientras que los equipos y vehículos aéreos no tripulados personalizados seguirán siendo un mercado pequeño. El crecimiento del sector continuará fuerte, impulsado por la creación de nuevos casos de uso y la adopción de los avances tecnológicos generados por los líderes del mercado”.