Mitos erróneos sobre la seguridad de las redes domésticas

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Pensar que tener una simple contraseña protege el router o que ir en modo incógnito oculta la navegación, son dos creencias extendidas que proporcionan a los atacantes una ventaja. Y es que cualquier red doméstica puede ser hackeada para minar criptomonedas o para lanzar ataques DDoS.

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Mantener a salvo una red inalámbrica doméstica resulta básico, ya que puede conectar todo tipo de dispositivos, como ordenadores, tablets, teléfonos móviles, videoconsolas o electrodomésticos, permitiendo que puedan comunicarse entre sí. El análisis de datos de Shodan realizado por Trend Micro el año pasado muestra básicamente que cualquier dispositivo conectado a Internet se volverá vulnerable a un ataque. Sin embargo, pocas personas se preocupan por la seguridad de la red doméstica, de hecho, Trend Micro ha querido desmontar hay algunos mitos generalizados y conceptos erróneos en torno a la red doméstica.

El primer mito es creer que proteger la red Wi-Fi con una contraseña la hace segura. Demasiadas personas hacen uso de la contraseña predeterminada, que los hackers pueden adivinar con facilidad. Para proteger una Wi-Fi, Trend Micro recomienda habilitar el cifrado WPA2 ("Wi-Fi Protected Access 2"), establecer una contraseña segura, cambiar las credenciales de administrador predeterminadas del router, actualizar el firmware del router para corregir la vulnerabilidad de KRACK, y cambiar el nombre SSID (identificador del paquete de servicio) de la red por defecto.

Que la navegación en modo incógnito protege la privacidad es el segundo gran mito, ya que eso únicamente evita que el navegador mantenga un registro de aquello que se hace en Internet. Su ordenador, su router y los sitios web que visita sí le hacen un seguimiento.

Otro gran mito es creer que no se tiene nada que valga la pena hackear, y más si accede a su banco a través de Internet o presenta sus impuestos online. Un delincuente puede causar mucho daño con tan solo conocer su estado civil, domicilio e historial de compras. Un estudio de Trend Micro reveló que las contraseñas y la información sanitaria tienen un valor económico sorprendentemente alto.

También es erróneo pensar que los delincuentes nunca centrarían su objetivo en sus redes y dispositivos’. Los hackers pueden poner incluso una pequeña red doméstica para minar criptomonedas o para lanzar ataques de negación de servicio distribuido (DDoS). Una vez secuestrados, sus smartphones, cámaras IP, videoconsolas e incluso sus impresoras pueden terminar haciendo que desconocidos ganen dinero.

Llegado a este punto, es el momento de comprender que sus dispositivos necesitan protección más allá de lo que ofrece el típico software de seguridad. Ponga atención en su router y en los dispositivos conectados a él, y aplique nuevas actualizaciones de firmware con regularidad.