Daniel Cala, Wolters Kluwer: “La implantación obligatoria de soluciones de factura digital es una gran oportunidad para el canal”

Aunque pendientes de su desarrollo reglamentario, el Gobierno ha aprobado recientemente la Ley Antifraude y la Ley Crea y Crece. En su opinión, ¿son necesitaras estas dos leyes? ¿Qué implicaciones tienen? 

Actualmente existen dos normativas en fase de tramitación que implican cambios en la facturación de las empresas: la Ley Antifraude y la Ley Crea y Crece. Desde Wolters Kluwer consideramos que ambas leyes constituyen un ambicioso proyecto para impulsar la transformación digital del tejido empresarial.

No serán pocas las empresas que, con estas obligaciones, desarrollarán sus primeros pasos en materia de transformación de sus negocios, en este caso a través de la digitalización del proceso de facturación, que si bien no es una revolución en términos generales, si lo será en la relación con la Administración y el ecosistema de clientes y proveedores. Respecto a las implicaciones, ambas normativas cambiarán los circuitos de facturación y repercutirán en su eficiencia y competitividad.

La Ley Crea y Crece extiende la obligación de expedir y remitir factura electrónica en todas las relaciones comerciales a empresas y autónomos. ¿Qué va a suponer para las empresas esta obligatoriedad del uso de la factura electrónica?

El Reglamento de la Ley Crea y Crece (elevado a audiencia pública desde hace unos meses) desarrolla los requisitos técnicos y de información que debe incluir la factura electrónica y que, por tanto, deberán cumplir las empresas y los profesionales. El Reglamento establece, por ejemplo, la creación de una solución pública proporcionada por la AEAT que funcionará como una infraestructura para la emisión y recepción de las facturas electrónicas y que actuará como archivo universal y obligatorio para todas las facturas electrónicas, aunque pueden existir plataformas privadas vinculadas. Además, se solicitará la notificación de los estados de las facturas, así como de los pagos realizados.

En este sentido, aunque en un principio la obligatoriedad pueda suponer un desafío, a largo plazo la factura electrónica ofrecerá eficiencia, productividad y mejora en la gestión de los negocios.

¿Están preparadas para ello? ¿En qué punto se encuentran?

Es complejo hacer un análisis único. Por nuestra experiencia, creemos que las pymes están avanzando en la adopción de la facturación electrónica según van comprendiendo las ventajas que ofrece, siendo muchísimas más que las dificultades. Como proveedor tecnológico, y como agente digitalizador, independientemente de su elección, recomendamos a pymes y autónomos tomarse en serio este cambio, anticiparse y adaptarse a la nueva normativa antes de su obligatoriedad.

Sin lugar a duda, el canal de distribución, como principal prescriptor de tecnología, va a ser clave a la hora de facilitar la adaptación a la Ley Crea y Crece. ¿Dónde están las oportunidades de negocio para la red de venta indirecta?

La implantación obligatoria de soluciones de factura digital es una gran oportunidad tanto para los fabricantes como para el canal de distribución. Por primera vez en mucho tiempo una obligación legal conlleva una obligación tecnológica y no se trata únicamente de adquirir una solución que lo resuelva, sino también de acompañar al cliente y ofrecerle los servicios necesarios para su negocio. 

Las pymes necesitan conocer, entender y ejecutar una nueva normativa y el canal debe está preparado para proporcionar las soluciones y el asesoramiento continuo, junto a empresas de desarrollo de software como Wolters Kluwer. En este mismo sentido, nuestra apuesta de canal siempre ha ido de la mano de la calidad en la ejecución. Nuestros partners autorizados se han comprometido y se están certificando para poder garantizar que este importante proceso se lleve a cabo con garantías y solvencia. El conocimiento volverá a ser clave en el éxito de cada proyecto.

¿De qué forma pueden aprovechar los distribuidores el impulso que va a tener el segmento de la factura electrónica?

Si la estrategia del canal es poner en el centro al cliente, la oportunidad es inmensa porque son más de 3 millones de empresas las que dentro de muy poco tiempo tendrán la obligación de utilizar la facturación electrónica. Esto significa que todas, sin excepción, deberán prepararse para cumplir con los requisitos legales que, a su vez, serán requisitos de negocio. El canal de distribución, por tanto, se convertirá en un aliado indispensable en este proceso gracias a su cercanía, pero también por su conocimiento y el asesoramiento que precisarán todas estas empresas. 

¿Qué tipo de partner es el más idóneo para propiciar la adaptación de las compañías a la nueva normativa?

Nosotros confiamos en un canal de partners comprometido como el de Wolters Kluwer que, en nuestro caso, obtienen procesos de certificación de producto para las actividades de servicio y también las del área comercial. Por esta razón, están debidamente certificados en todas las soluciones que desarrollamos y comercializamos y continuamente informados y formados respecto a la adaptación de nuestro portfolio a las novedades legales que se van produciendo. En Wolters Kluwer, como proveedor de soluciones expertas y especializadas para el profesional fiscal, contable y laboral, siempre ponemos nuestras soluciones adaptadas y nuestro conocimiento al servicio de los clientes a través de un canal de distribución certificado y siempre al día de los cambios legislativos.

¿Qué papel tiene la formación del canal para poder aprovechar esta ventana de oportunidad?

Para Wolters Kluwer, la formación constituye un pilar fundamental para ofrecer el mejor servicio y acompañamiento a las empresas. Ponemos a disposición del canal las herramientas y recursos necesarios para facilitar su cometido, promoviendo su formación y capacitación con el fin de impulsar su propio crecimiento y que puedan trasladar el conocimiento a sus clientes. A través de la Wolters Kluwer Academy ofrecemos la formación, la experiencia y los recursos necesarios para abrir nuevas oportunidades de negocio para las empresas, incluidos nuestros partners.

En el caso de la Ley Antifraude, ésta prohíbe la utilización del software de doble uso, es decir, aquel que permite llevar una contabilidad B. ¿Cree que con esta Ley se logrará reducir el fraude fiscal?

Ese es el objetivo de la ley: reducir el fraude fiscal a través de mecanismos como el establecimiento de nuevos requisitos para el software de gestión, lo que repercute directamente en empresas como la nuestra, que ya venimos trabajando en la adaptación de nuestras herramientas a la nueva normativa.

¿Cuáles son estos requisitos que pretenden reducir el fraude fiscal? Los nuevos requisitos pretenden garantizar la seguridad, accesibilidad, inalterabilidad, trazabilidad e integridad de las facturas emitidas. Según la nueva ley, las soluciones de facturación deben poder enviar de manera segura y automática los registros de facturación a la Agencia Tributaria, permitiendo el acceso inmediato y la extracción de datos, sin posibilidad de modificar, ocultar o anular datos. Además, deben garantizar el seguimiento adecuado de los registros para inspecciones y contar con un registro de eventos que muestren las interacciones realizadas.

Tanto desarrolladores de software como empresas tienen hasta 2025 para adaptarse a esta Ley.  ¿Es tiempo suficiente?

A partir de la aprobación de la Orden Ministerial correspondiente, los desarrolladores y comercializadores de software tendremos 9 meses para su adaptación. En cuanto a las empresas obligadas a emitir facturas y que ya dispongan de un software de facturación, la entrada en vigor también depende de la aprobación del Reglamento, por lo que la fecha prevista inicialmente (julio de 2024) sufrirá un probable retraso.

Desde Wolters Kluwer llevamos tiempo recomendando a las empresas que se anticipen al cambio con el fin de adoptar la nueva normativa de forma paulatina sin romper las dinámicas de trabajo. En un contexto de cumplimiento normativo con cambios de tanto calado, planificar se convierte en el desafío principal tanto para las empresas como para el canal de distribución y los desarrolladores de software, que deben adoptar todo tipo de iniciativas para asesorar a sus clientes para que inicien cuanto antes esta transición hacia la facturación electrónica. 

De nuevo, con esta norma, se abre oportunidades de negocio para el canal de distribución. ¿Dónde residen y qué papel tendrá?

La oportunidad radica, de nuevo, en la posibilidad de acompañar y asesorar al cliente en la mejor forma de adaptarse a las nuevas leyes. Con la Ley Antifraude, será necesario contar con un software de facturación que garantice la integridad, conservación, accesibilidad, legibilidad, trazabilidad e inalterabilidad de las facturas y que cumpla con el resto de los requisitos que se establezcan. La oportunidad para el partner vendrá de la mano del desarrollador del software de gestión que esté plenamente adaptado a estas novedades legales y que ofrezca soluciones de facturación que, más allá de estos requisitos, aporten valor al circuito de facturación de pymes y autónomos para simplificar su día a día.

La Agencia Tributaria establecerá un sistema de certificación que deberán tener todos los programas para garantizar que se pueden vender y utilizar por parte de autónomos y empresas. Este sistema de certificación, ¿cómo afectará al canal de distribución?

Las empresas desarrolladoras de software que se certifiquen serán las encargadas de garantizar que sus herramientas se adaptan a la nueva normativa; nuestro canal de distribución sabe que Wolters Kluwer no ha llegado aquí únicamente como expertos en la adaptación legislativa de nuestras soluciones, sino que desde siempre hemos puesto el foco en adelantarnos en la medida de los posible a la implementación de dicha adaptación legal.

¿De qué forma empresas como Wolters Kluwer ayudan a su canal a aprovechar la oportunidad de negocio de ambas leyes?

Somos una empresa de canal y trabajamos codo a codo con ellos porque queremos seguir creciendo juntos. Las nuevas leyes constituyen una nueva oportunidad para todos y, gracias a nuestro contacto permanente con la Administración, hace tiempo que nos venimos adaptando a ellas, haciendo partícipe al canal de nuestros avances y recomendando a nuestros clientes una transición paulatina hacia los cambios en facturación.Una adaptación que también incluye los cambios que se generarán por la necesaria digitalización de otros muchos procesos que se desarrollan en el ámbito empresarial, como la gestión de clientes y oportunidades o el análisis de los datos, que se desarrollarán en cualquier empresa que aspire a competir.