España está en riesgo de sufrir una pandemia cibernética

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Algunas organizaciones pueden estar subestimando o ignorando la gravedad de un riesgo que podría paralizar las actividades empresariales. Para prevenir una posible pandemia cibernética es importante tomar medidas preventivas, como realizar auditorías y evaluaciones periódicas de riesgos y fortalecer la ciberseguridad en los sistemas críticos.

La digitalización ofrece numerosas ventajas a las empresas en España, permitiéndoles ser más eficientes, reducir costes, expandirse a nuevos mercados y mejorar la experiencia del cliente. Sin embargo, esta digitalización también implica algunos riesgos especialmente en cuanto a la seguridad de la información y los ciberriesgos.

Según Datos101, los ataques ransomware en 2022 en España han crecido más de un 50% en comparación con 2021 y se prevé que 2023 venga cargado de actividades maliciosas. Además, el 68% de las empresas españolas no cuentan con soluciones de respaldo anti incidentes y reconoce no tener un plan de continuidad de negocio. ¿España está, por tanto, en riesgo de sufrir una pandemia cibernética? Sergi Simón, coordinador del Área de Gestión de Riesgos de EALDE Business School, sostiene que “no es que pueda suceder, es que tarde o temprano sucederá. Quizás no como pandemia global y generalizada, pero seguro que sí como epidemia sectorial o regional”.

Medidas preventivas

Según la última Risk Survey elaborada por EALDE Business School, el riesgo cibernético es, en opinión de los gestores de riesgos, el tercer riesgo que mayor impacto puede tener a nivel global en la actualidad, solo por detrás de riesgos geopolíticos como guerras o conflictos comerciales y de los riesgos asociados al cambio climático. En este sentido, los encuestados consideran que las empresas financieras del sector privado pueden ser las más impactadas por los eventos derivados de los ciberriesgos.

La falta de atención y de planes de continuidad adecuados puede ser muy peligrosa para las organizaciones, ya que los ciberataques pueden causar daños graves e irreparables, incluyendo la pérdida de datos valiosos, el robo de información confidencial, la interrupción de servicios y la pérdida de reputación y confianza por parte de los clientes.

“Es vital que las organizaciones tomen en serio la amenaza de los ciberataques y se preparen adecuadamente para mitigar los riesgos y reducir el impacto en caso de que ocurran”, mantiene José Arturo Mora, profesor del Máster en Riesgos Digitales y Ciberseguridad de ALDE), algunas medidas que se pueden tomar son:

--Realizar auditorías y evaluaciones periódicas de riesgos cibernéticos para identificar vulnerabilidades en la infraestructura de tecnología de la información y tomar medidas para abordarlas.

--Establecer políticas de seguridad cibernética claras y específicas que aborden los riesgos asociados con la conectividad en red, los dispositivos móviles y los servicios en la nube.

--Fortalecer la ciberseguridad en los sistemas críticos de infraestructura, como las redes de energía y los sistemas financieros, y en los sectores gubernamentales y militares.

--Promover la conciencia y la formación en seguridad cibernética para los empleados, proveedores y socios empresariales.

En caso de producirse una pandemia cibernética, las empresas pueden tomar medidas para garantizar la continuidad de sus operaciones y minimizar el impacto de los ataques cibernéticos como “realizar copias de seguridad y proteger los datos críticos, asegurando que se puedan recuperar después de un ataque cibernético; implementar medidas de seguridad adicionales, como la autenticación multifactor y el cifrado, para proteger la información crítica y reducir el riesgo de violaciones de datos; y mantenerse actualizado sobre las últimas amenazas cibernéticas y tomar medidas para protegerse contra ellas, como instalar parches de seguridad y actualizar el software de seguridad”, añade José Arturo Mora.

Es importante tener en cuenta que la prevención es la clave para evitar que se produzca una pandemia cibernética. Al mismo tiempo, también lo es que las empresas tengan planes de contingencia sólidos en su lugar para garantizar la continuidad de sus operaciones en caso de un ataque cibernético.