Las tarjetas virtuales ya son utilizadas por un tercio de los usuarios españoles

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La tarjeta de débito sigue siendo el medio más utilizado para pagar, y más del 85% de la población española dispone de una. El auge de medios alternativos y de fácil uso, como Bizum, en España, lideran el pago entre particulares y han facilitado la adhesión de un tercio de los europeos a los pagos digitales.

Los medios de pago digitales continúan su expansión y lo hacen consolidando nuevas fórmulas de pago en un entorno en el que la percepción por la sostenibilidad aumenta. El contexto de los pagos digitales y su perspectiva social y ambiental es una de las tendencias que analiza el XIII Informe de Minsait Payments sobre Tendencias en Medios de Pago, que revela que el 61,8% de la población bancarizada ya asocia el dinero en efectivo como el medio con mayor impacto medioambiental, muy por encima del resto de alternativas electrónicas.

El informe muestra cómo se generaliza el uso de los pagos electrónicos en Latinoamérica y se acelera en Europa, donde cerca de un tercio de los europeos declara haberse incorporado a la digitalización de sus pagos en los últimos tres años, ante la irrupción de la pandemia y coincidiendo con el auge de otros medios de pago alternativos como Bizum, en España. Hoy en día, aplicaciones como Bizum están ganando popularidad para pagos entre particulares (P2P), desplazando en cierta medida al uso del dinero físico; el 52% de los españoles lo prefiere frente al 38% que sigue usando el efectivo.

En un mercado cada vez más marcado por la preocupación hacia la seguridad, el pago sin contacto (contactless) con tarjeta física es mayor en Europa que en Latinoamérica y España lidera este índice, con un 72% de la población bancarizada optando por la opción digital en sus pagos.

Preferencia por el uso de la tarjeta

Así, el uso de dinero en efectivo pierde impulso y entre los medios de pago más utilizados, vuelve a destacar la tarjeta de débito en todos los países analizados. Hoy en día, más del 85% de la población bancarizada española dispone de una tarjeta de débito para hacer sus pagos, y el 56% afirma tener una tarjeta de crédito, cuyo uso es menor entre los usuarios. Un descenso provisional en el uso de las tarjetas de crédito que se puede vincular al contexto económico actual, donde la inflación y las altas tasas de interés animan a una utilización más cautelosa del crédito y abogan por la estabilidad y la reducción de deudas.

Se constata, además, un incremento de la tarjeta virtual que, hasta ahora, estaba principalmente asociada a la modalidad de prepago, y se amplía su aplicación a las tarjetas de crédito y débito. Un tercio de los españoles (el 37%) dispone de una y la mitad de los menores de 35 años analizados cuenta ya con una tarjeta de débito virtual.

La preferencia por el uso de la tarjeta entre la población española se traslada también a otras operaciones como los pagos y compras online. El 66% de la población española sigue utilizando la tarjeta, siendo la modalidad de débito la más habitual.

Además, la entrada de nuevas opciones va incrementando su presencia en los países. En el mercado español impactan las billeteras digitales, utilizadas por el 19% de los españoles de forma habitual. Las criptomonedas, en cambio, o las soluciones Buy Now, Pay Later –BNPL, que permiten hacer compras y posponer los pagos, apenas son utilizadas por un 1% y 8% respectivamente de la población.

El dinero en efectivo pierde además impacto en los puntos de ventas presenciales y es superado por la tarjeta en países como España, Brasil o Chile, sumándose a la tendencia marcada desde hace años por otros como Reino Unido. Según el Informe de Tendencias de Medios de Pago, para el 53% de los agentes de la industria, de aquí a 2030 el dinero en efectivo será un método de pago complementario a los digitales.