IoT incrementa la fidelidad de los clientes y potencia la venta cruzada

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Internet de las Cosas (IoT) es el próximo paso en la evolución de los productos y tecnologías. Frost & Sullivan destaca los "enormes beneficios" para clientes, empresas y proveedores.

Internet de las Cosas (IoT) está entrelazando rápidamente todas las empresas y los productos de consumo. Un estudio de Frost & Sullivan destaca que el éxito de IoT permite, y a la vez depende, de un fuerte soporte de atención al cliente. “Internet de las Cosas puede generar un importante retorno de la inversión gracias a la reducción de los costes del soporte, incrementando la fidelidad de los clientes y el número de referencia, impulsando la venta cruzada y el desarrollo de productos atractivos”.

El informe de Frost & Sullivan predice que en 2020 habrá 50.000 millones de dispositivos conectados a nivel global. En la actualidad ya se comienza a hablar de negocios “de dispositivos como servicio” algo que conlleva numerosas ventajas como “la aparición de una gran cantidad de datos de valor o un nivel de control sobre productos sin precedentes”.

“IoT es el desarrollo y la convergencia de muchas tecnologías de computación y de comunicaciones, entre ellas la analítica, el cloud computing, el acceso remoto o las aplicaciones inalámbricas de alto ancho de banda”, afirma Brendan Read, analista de Frost & Sullivan. “IoT es una capa nueva y dinámica que proporciona la información crítica y una gestión de procesos con el potencial de hacer crecer a los negocios”.

Para establecer un servicio de atención al cliente de IoT “los proveedores de soluciones y las compañías se tienen que asegurar que sus sistemas de Internet de las Cosas son capaces de operar con silos y son capaces de asegurar la información y las operaciones. Deben determinar qué productos y procesos tienen que estar conectados con el resto de la organización a través de IoT”. Además, el estudio destaca que es necesario tener una visión “realista” de la inversión que se tiene que realizar incluyendo aspectos como la infraestructura, el servicio al cliente, el soporte, la analística, el Big Data y la formación del personal.

Asimismo, también se tiene que prever otras cuestiones como el consumo de energía y el cableado, la complejidad de las aplicaciones, la conectividad multicanal, la gestión de los datos y la privacidad. “Si las empresas abordan estos factores ahora, estarán preparadas para cuando IoT sea una tecnología madura, minimizando los riesgos y aumentando el retorno de la inversión”.

“IoT será la base de un servicio al cliente efectivo” añade Read. “Facilitando un servicio de aplicaciones altamente funcional, intuitivo, escalable, fiable y seguro, las empresas llegarán donde quieren estar”. 

Redacción