Los esquemas de fraude más frecuentes en España son el smishing y el robo de tarjetas

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Tres de cada cuatro españoles confiesan que están “muy preocupados” o “algo preocupados” cuando comparten información personal, ante la posibilidad de que se les robe dicha información, la invasión a la privacidad o el hecho de que se puedan utilizar sus datos para recibir comunicaciones comerciales no solicitadas.

TransUnion ha presentado el estudio Consumer Pulse correspondiente al segundo trimestre de 2023, que destaca que el 35% de los españoles admite haber sido objetivo de fraude a través de mensajes de texto, llamadas de teléfono, correo electrónico o durante sus actividades online en los últimos tres meses, siendo la Generación Z la más impactada en este sentido, con un 47% de los consumidores de este grupo afirmando haber sido objetivo de fraude.

El patrón de fraude más denunciado entre los que aseguran haber sido objetivo de algún fraude fue el smishing, una modelidad de phishing por SMS, consistente en mensajes de texto al móvil en los que se solicitan, de forma fraudulenta, datos personales, con un 35% de afectados. El 47% de los individuos englobados en el grupo Baby Boomers asegura haber recibido un mensaje de este tipo en los últimos tres meses.

En general, los esquemas de fraude más frecuentes en España, además del smishing, incluyen el robo de tarjetas, cargos fraudulentos, vishing (llamadas de teléfono en las que se solicitan, de forma fraudulenta, datos personales) o estafas en las que un tercero ilegítimo se hace pasar por un vendedor oficial en una tienda online.

¿Qué preocupa a los españoles?

Las preocupaciones relacionadas con el robo de identidades y a la hora de compartir información personal se mantienen en rangos elevados. El 75% españoles confiesan que están “muy preocupados” o “algo preocupados” cuando comparten información personal. Las razones esgrimidas por los ciudadanos españoles son la posibilidad de que se les robe dicha información (para el 70%), la invasión a la privacidad (para el 60%) o el hecho de que se puedan utilizar sus datos para recibir comunicaciones comerciales no solicitadas (37%).

“Las preocupaciones relacionadas con los datos personales entre los ciudadanos españoles envían un mensaje claro a la hora de que las compañías protejan los datos de sus clientes de forma apropiada y eleva la preocupación de los problemas mencionados, con el objetivo de que los compradores puedan llevar a cabo sus transacciones sin temor”, alerta Lisette González, directora general de TransUnion en España.