El e-commerce y los servicios a domicilio ganan protagonismo en el entorno post-Covid

  • En cifras

El 70% de los operadores logísticos considera que esta nueva normalidad ofrece oportunidades a la hora de construir una cadena logística más digital, ágil y flexible, con el fin de ganar eficiencia en las operaciones. La productividad de las operaciones sigue siendo uno de los grandes retos en la desescalada.

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La Asociación de Fabricantes y Distribuidores ha publicado el informe AECOC ‘Perspectivas para la logística en gran consumo en el nuevo entorno post COVID’, que recoge las valoraciones de los diferentes actores de la cadena logística sobre cuáles han sido las claves de su actuación durante el confinamiento y qué retos operativos plantea la nueva normalidad. En lo que tanto distribuidores como fabricantes y operadores logísticos coinciden es en vislumbrar un futuro próximo en el que el e-commerce y los servicios a domicilio ganarán protagonismo, mientras que un 70% opina que la compra en establecimientos físicos disminuirá en la nueva normalidad.

Las empresas prevén que, en los próximos meses, se configure una logística de proximidad y se consolide la digitalización de documentos. De hecho, el 70% de operadores considera que esta nueva normalidad ofrece oportunidades a la hora de construir una cadena logística más digital, ágil y flexible, con el fin de ganar eficiencia en las operaciones.

En el análisis sobre el entorno que se está configurando, el 70% de las empresas cree que el cese de actividad de pequeñas empresas y autónomos será la principal problemática a la que se enfrentará el transporte de mercancías por carretera en los próximos meses, especialmente a partir del tercer trimestre del año. Un aspecto relacionado con el cierre de las empresas como es la falta de liquidez, es la segunda más referida por parte de las compañías encuestadas, especialmente a medida que las líneas de financiación impulsadas por la administración se agoten, mientras que la tercera preocupación más recurrente es el impacto que tendrá la crisis sobre las inversiones empresariales y su resultado en cuestiones como las renovaciones de flota o proyectos de innovación, ambos aspectos clave en el objetivo de reducir las emisiones en las operaciones logísticas.

Echando la vista atrás, el 86,4% de las empresas indica que los cambios de hábitos de los consumidores y la resultante volatilidad de la demanda durante las primeras semanas de la crisis fue el mayor reto al que se tuvieron que enfrentar al inicio del confinamiento. El 59,4% también apunta a la dificultad que hubo para aprovisionarse de EPIs, mientras que más del 40% de las empresas señala los problemas que generaba la incertidumbre a corto plazo y la caída en la rentabilidad de las operaciones.

La productividad de las operaciones sigue siendo uno de los grandes retos en la desescalada, lo que, según la mayoría de los encuestados, tendrá como consecuencia un aumento de los costes logísticos. Más de la mitad de fabricantes y operadores logísticos considera que los costes de almacenaje y manipulación subirán, en parte por el impacto que tienen las medidas de prevención que se aplican en la desescalada sobre la productividad. En cuanto a los distribuidores, el 69,2% espera un aumento de los costes del transporte, especialmente a causa del incremento de los retornos en vacío en larga distancia y el aumento de las operaciones de última milla.