El incierto futuro de BT en España

  • Al día

El gigante británico de las telecomunicaciones ha confiado a Credit Suisse la venta de su filial española, en una operación que podría oscilar entre los 250 y los 300 millones de euros. Según diversas fuentes, ya hay una veintena de compañías que se han mostrado interesadas, entre las que se encuentran Orange y MásMóvil.

La venta de British Telecom España se erige como una de las grandes protagonistas de los mentideros este verano. El gigante británico de las telecomunicaciones ha confiado a Credit Suisse esta operación, en un movimiento que podría oscilar entre los 250 y los 300 millones de euros. Según diversas fuentes, ya hay una veintena de compañías que se han mostrado interesadas, entre las que se encuentran Orange y MásMóvil. Aunque a priori los compradores naturales de un activo como este serían las grandes telecos, parece ser que también hay fondos de inversión que están llamando a esta puerta, algunos de ellos ya con negocios en el mercado de las telecomunicaciones.

British Telecom aterrizó en España en 1993 a través de una alianza con el Banco Santander que permitió la creación de una sociedad al 50%, con objeto de ofrecer al mercado empresarial una alternativa a Telefónica. Cuatro años después, la teleco se hizo con el 100% de la sociedad. BT España fue el primer operador móvil virtual que nació en nuestro país, aprovechando la red de Vodafone en cuanto la legislación permitió esta figura comercial en 2008. Dicho negocio finalmente se extinguió ante la intensa competencia de los grandes operadores convergentes en el segmento corporativo.

En la actualidad, la operadora proporciona soluciones de colaboración en la nube, redes protegidas e inteligentes para todo tipo de comunicaciones corporativas, recursos para data centers y cloud híbrida, así como soluciones de ciberseguridad. Según estimaciones de la CNMC, en la actualidad la filial española de BT goza de una cuota de mercado cercana al 24% en el segmento de las comunicaciones para empresas.

British Telecom, acuciada por un alto nivel de deuda, ha lanzado un agresivo plan de ajustes, que además de la venta de sus filiales en España, Irlanda e Italia, ha provocado el despido de 13.000 trabajadores y el cierre del 90% de las oficinas, unas 270, que el operador tenía repartidas por Reino Unido. Es solo cuestión de tiempo que sepamos cómo acaba la historia en España de uno de los grandes clásicos de las telecomunicaciones, ya que su matriz quiere tener lista la venta de su filial antes de que acabe el año.