Tener tienda física es un importante reclamo para el ecommerce

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El consumidor quiere tiendas con funciones digitales, que ofrezcan algo más que vender y servir pedidos y que premien las visitas. Por ello, es normal que cada vez más firmas apuesten por conectar la tienda física y la digital para ofrecer una única experiencia de compra centrada en el cliente.

A simple vista, parece que el futuro es del comercio electrónico. Prueba de ello es que las compras online de productos y servicios en España alcanzaron los 24.185 millones de euros en 2016. Se trata de una cifra que crece a pasos agigantados, pues sólo en el último trimestre del pasado año el avance fue del 20,3% con respecto al año anterior. Sin embargo, la tienda física continúa siendo un reclamo también para las plataformas de venta online.

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Los retos del comercio online no distan mucho de los del comercio tradicional: se debe prestar una buena atención al cliente y un buen servicio postventa. Por ello, los grandes retailers optan por contar con un plan tanto online como offline que permita una cohesión natural entre las acciones que se planifican y materializan en y para ambos mundos. Ya no consideran que sean dos universos separados, sino que buscan generar una fluidez entre ambos territorios.

"El consumidor actual busca nuevas sensaciones de compra: quiere tiendas con funciones digitales, que ofrezcan algo más que vender y servir pedidos y que premien las visitas. Por ello, es normal que cada vez más firmas apuesten por conectar la tienda física y la digital para ofrecer una única experiencia de compra centrada en el cliente”, afirma Macarena Salas, responsable del proyecto de expansión de tiendas en Energy Sistem. “Las tiendas y su personal crean un vínculo emocional con el consumidor, donde éste disfruta de la experiencia de compra”.

Pero, ¿qué aporta el comercio físico frente a uno digital? Lo principal es que la tienda física da un valor añadido a la marca. Ya no son simples lugares donde los consumidores van a comprar, sino que sirven para probar, disfrutar y sentir lo que posteriormente se comprará. Es por este motivo por lo que tener tienda es un importante reclamo para las compañías tecnológicas, al ofrecerles a los consumidores un primer contacto con el próximo dispositivo que se van a comprar. “Es el llamado efecto showrooming, un término anglosajón que define el hecho de visitar retails para probar productos que después compararán a través de dispositivos móviles. También influye la tendencia ROPO (Research Online Purchase Offline), que no es más que una forma de denominar al hábito de buscar información sobre el producto en Internet para finalmente comprándolo en una tienda tradicional”, apunta Salas.

Muchos usuarios, sobre todo, los más inexpertos, también acuden a la tienda física en busca de asesoramiento experto. Ofrecer talleres y actividades también es un plus, ya que se comparten conocimientos sobre los productos con los clientes.