El reciclaje de aparatos electrónicos y pilas ya genera el 0,8% del PIB

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Esta actividad genera y mantiene más de 16.500 puestos de trabajo y aportó más de 150 millones de euros de manera directa a la recaudación fiscal del Estado en 2019, según un informe de Recyclia. Como asegura la ministra Reyes Maroto, "la industria del reciclaje genera empleo, promueve la innovación y refuerza nuestra competitividad industrial".

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Recyclia ha presentado el primer informe sobre las tendencias de la industria del reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y de pilas y baterías, el cual pone de manifiesto la importancia creciente de un sector que no ha parado de crecer. No en vano, el sector genera anualmente un Valor Añadido Bruto (VAB) de 955 millones de euros en nuestro país, lo que equivale al 0,8% del PIB. Asimismo, esta actividad genera y mantiene más de 16.500 puestos de trabajo, un 0,09% del total nacional, y en 2019 aportó más de 150 millones de euros de manera directa a la recaudación fiscal del Estado, en concepto de impuestos y cotizaciones sociales. A la vista de estos datos José Pérez, consejero delegado de Recyclia, ha señalado que “por fin podemos decir que hay un sector de reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos y de pilas que contribuye a la economía española”.

En una intervención por vídeo, Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, ha recalcado el valor de la actividad de gestión de residuos, un valor “que además de medioambiental es económico, porque la industria del reciclaje genera empleo, promueve la innovación y refuerza nuestra competitividad industrial”. Para la ministra, “la industria del reciclaje nos brinda una oportunidad única para hacer rentable la exigencia social de un planea más limpio” y ha añadido que “este informe llega en un momento muy oportuno porque, como país, tenemos el reto de definir un modelo que aborde la reconstrucción socioeconómica tras la pandemia”.

El informe indica que, por volumen de toneladas gestionadas, la aportación al VAB y al empleo del reciclaje de RAEE y pilas es diez veces superior al del resto de industrias de gestión de residuos de nuestro país, debido al mayor valor relativo de los materiales contenidos en los aparatos electrónicos y las pilas, y a la complejidad y sofisticación de sus procesos de tratamiento. De hecho, según el informe, si al impacto directo de esta industria se añade el derivado de la demanda de suministros a otros sectores como consecuencia de esos materiales. En este sentido, por cada euro de demanda final en este sector la economía genera 2,2 euros de valor añadido y 2,7 euros, si se tiene en cuenta su efecto inducido.

Por lo que se refiere a las cifras del mercado de RAEE, en 2019 se pusieron en el mercado 900.000 toneladas de aparatos electrónicos, lo que representa un 25% más que en 2018. De este total, el 73% corresponde al mercado doméstico. Traducido en unidades, en 2019 se comercializaron 734 millones equipos. De ellos, el 54% correspondió a pequeños aparatos y el 26% a dispositivos de informática y telecomunicaciones de pequeñas dimensiones.

Respecto al reciclaje de estos residuos, el informe prevé un crecimiento continuado. Así, el objetivo mínimo de recogida establecido para 2019 de 430.600 toneladas crecerá hasta las 489.400 toneladas en 2020. A escala global, las estimaciones apuntan que en 2019 se produjeron más de 53 millones de RAEE, cifra que podría acercarse a los 75 millones de toneladas en 2030. Desde 2017, España lidera el reciclaje de este tipo de residuos frente a la media europea, situándose, concretamente, 8,2 puntos porcentuales por encima de ésta.

Por lo que se refiere al mercado de las pilas y acumuladores, el informe apunta a que en 2019 se pusieron en el mercado 182.000 toneladas, equivalentes a 600 millones de unidades. Respecto a su reciclaje, este mercado muestra una estabilización y los residuos de pilas y acumuladores se destinan prácticamente en su totalidad al reciclaje.

Se espera que la demanda de baterías de iones de litio crecerá a tasas anuales superiores al 30% durante la próxima década. Asimismo, la demanda de litio y cobalto, al abrigo de la demanda de los coches eléctricos, se multiplicará por 18 y por cinco, respectivamente, en 2030. En este contexto, apunta Recyclia, el impulso de la industria de baterías y la de su reciclaje se perfila como estratégico.