Las claves para reforzar la competitividad del sector minorista europeo

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La Comisión Europea ha publicado un conjunto de mejores prácticas para apoyar los esfuerzos de los Estados miembro y crear un sector minorista más abierto, integrado y competitivo.

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El sector minorista es uno de los sectores más importantes de la economía de la Unión Europea, con casi una de cada diez personas trabajando en más de 3,6 millones de empresas minoristas. El sector está cambiando rápidamente con el desarrollo del comercio electrónico y el comercio minorista multicanal, y cuenta con el potencial de poder funcionar netamente mejor. Esta es la razón por la cual la Comisión está tratando de ayudar a los Estados miembro y operadores a superar los desafíos actuales abordando una acumulación de restricciones en el sector minorista.

Según ha afirmado Jyrki Katainen, vicepresidente de Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad de la institución, "la Comisión ha identificado prácticas óptimas muy concretas y eficaces para orientar los esfuerzos de los Estados miembro, y aumentar la innovación, la productividad y la competitividad de nuestro sector minorista. Los minoristas han de fortalecer su presencia global y ayudar a nuestros numerosos minoristas del entorno pyme, a menudo procedentes de empresas familiares, en sus esfuerzos por abrazar el cambio tecnológico. Todo esto ayudará a crear puestos de trabajo e impulsar el crecimiento económico".

Recordemos que el sector minorista es el segundo mayor sector de servicios de la UE después del segmento financiero, ya que genera el 4,5% del valor añadido en la economía de la Unión y proporciona el 8,6% de todos los puestos de trabajo. Los hogares de la Unión Europea gastan hasta un tercio de sus presupuestos en tiendas minoristas. El comercio minorista también es un importante motor de innovación y productividad. A través de sus interacciones con otros sectores económicos, un sector minorista con mejores resultados podría desencadenar efectos indirectos positivos para toda la economía. Menos restricciones en la venta minorista suponen una mayor productividad en la fabricación. Un sector minorista más eficiente puede ofrecer a los consumidores precios más bajos, lo que crea más demanda y dirige a los productores hacia productos más innovadores.

Por su parte, Elżbieta Bieńkowska, comisario de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes, ha subrayado que "el futuro del sector minorista europeo -y de nuestra economía en general- depende de su capacidad para desarrollar modelos comerciales innovadores y maximizar nuevas oportunidades como el comercio electrónico. Esto requiere un entorno empresarial favorable, por eso ofrecemos asesoramiento a los Estados miembro sobre la mejor forma de aplicar las normas de la UE y seguimos el ejemplo de las reformas probadas en otros países de la UE".


Segmentos en los que los Estados miembro pueden avanzar
Según la Comisión Europea, estos son algunos aspectos en los que los Estados miembro pueden ayudar a sus empresas minoristas:

* Fomentar el establecimiento minorista: la rápida creación de una nueva tienda es crucial para que los minoristas accedan al mercado, fomentando así la productividad y la innovación. Al mejorar el cumplimiento de la directiva de servicios, los Estados miembro pueden facilitar el establecimiento sin poner en peligro los intereses de las políticas públicas, como la planificación urbana y rural, la protección del medio ambiente y los consumidores. La Comisión alienta a las autoridades nacionales, regionales y locales a reducir las cargas indebidas o desproporcionadas, haciendo que los procedimientos de establecimiento minorista sean más simples, más cortos y más transparentes.

* Reducir las restricciones a las operaciones diarias de las tiendas: éstas pueden convertirse en una carga significativa para las empresas e incidir en su productividad, por lo que la Comisión ha identificado las mejores prácticas en promociones de ventas y descuentos, canales de venta específicos, horarios de apertura de tiendas, impuestos específicos minoristas, compras de productos en otros Estados miembro y prácticas contractuales del comercio minorista moderno. El objetivo pasa por garantizar la igualdad de condiciones en el comercio minorista, así como cadenas de suministro justas y eficientes, sin restringir la libertad de perseguir diversos objetivos justificados de política pública.

* Adoptar nuevos enfoques para promover la vitalidad de los centros de las ciudades: la Comisión también ha publicado una guía sobre el fomento de la revitalización y la modernización del sector minorista. La guía brinda a las autoridades públicas sugerencias prácticas sobre cómo ayudar a los pequeños minoristas a aceptar el cambio tecnológico y enfrentarse a los desafíos del futuro. Cada solución está respaldada por ejemplos prácticos de la vida real, recopilados a partir de las mejores prácticas en toda la UE, que pueden transferirse al entorno local. La guía identifica historias de éxito de las cuales los Estados miembro pueden inspirarse, por ejemplo, sobre cómo construir comunidades minoristas para ayudar a los consumidores a llegar a los centros de las ciudades.

Además, el Indicador de Restricción Minorista proporciona una fotografía útil sobre la situación del comercio minorista en los Estados miembro. Ayuda a identificar las mejores prácticas así como las áreas para posibles reformas. Este índice es también una herramienta dinámica de supervisión para medir los esfuerzos de los Estados miembro para reducir las restricciones al por menor y el impacto de dichas reformas en el rendimiento del mercado, incluida la productividad, los precios y la innovación, así como los efectos indirectos en otros sectores.