FinOps transforma el gasto disparado en cloud en una oportunidad estratégica para las empresas

El sector TI vive un momento de expansión sin precedentes gracias al despliegue masivo de la nube, que se ha convertido en el motor de innovación y competitividad para las empresas. Según datos de Gartner, el gasto mundial en servicios cloud crecerá un 21% en 2025, alcanzando los 723.000 millones de dólares, impulsado por la adopción de soluciones escalables y basadas en inteligencia artificial. Sin embargo, este entusiasmo por la migración al cloud también acarrea un riesgo: el aumento descontrolado de costes que puede comprometer la optimización económica y el valor de negocio si no existe un marco de gobernanza claro.

En este contexto, la práctica de FinOps se presenta como una filosofía estratégica que va más allá de la mera administración financiera. Se trata de una disciplina cultural y de gestión que busca maximizar el valor que las organizaciones obtienen de sus inversiones en la nube, elevando la eficiencia operativa y asegurando que cada decisión tecnológica esté alineada con los objetivos empresariales.

Iñaki López Monje, director regional de la división de negocio Enterprise Computing Solutions de Arrow para el Sur de Europa, destaca que “la migración a la nube se ha convertido en la columna vertebral para el crecimiento de las empresas. El 77% de los ejecutivos afirma que la escalabilidad y el rendimiento del cloud resultan esenciales para la innovación y la competitividad de su negocio, según un informe de Capgemini. Sin embargo, ese mismo estudio revela que el 56% de las empresas se enfrenta a costes altos debido a los picos impredecibles en el uso de la nube”.

 

Beneficios y retos

La filosofía FinOps aporta beneficios tangibles. Uno de los más destacados es la transparencia, ya que proporciona una visibilidad completa del gasto y del uso de los recursos, fomentando una cultura de responsabilidad y control de la inversión. Esta claridad económica facilita la eficiencia operativa, permite identificar áreas de mejora y optimización de costes, y favorece que las empresas realicen inversiones de mayor valor al contar con información precisa para la toma de decisiones.

No obstante, la implementación de FinOps también plantea retos. Requiere la colaboración de diferentes departamentos y la creación de equipos transversales que integren áreas de tecnología, finanzas y negocio. Solo así se puede garantizar una gestión centralizada y coherente del coste y valor de la nube, alineando los objetivos de toda la organización. Además, es necesario invertir en formación y capacitación para que los profesionales dispongan de habilidades específicas que combinen conocimientos de infraestructura cloud, modelos de coste de los hiperescalares, optimización de precios y análisis de valor de negocio.

Este esfuerzo conjunto fomenta un mayor control sobre el gasto en cloud y evita que los costes se disparen. La colaboración entre los distintos departamentos promueve que todos los integrantes asuman la responsabilidad del uso de la nube, lo que permite definir objetivos claros y medir el progreso de la optimización comercial. Asimismo, la adopción de plataformas de gestión FinOps integrales facilita la eficacia de la gestión, unificando la información procedente de distintos proveedores cloud y convirtiendo el reto económico en una oportunidad estratégica de valor y eficiencia.

En definitiva, FinOps se perfila como una herramienta esencial para que las empresas puedan aprovechar al máximo las ventajas de la nube sin comprometer su sostenibilidad financiera. En un entorno marcado por la innovación constante y la presión competitiva, esta disciplina ofrece el equilibrio necesario entre tecnología y economía, asegurando que el gasto en cloud se convierta en un motor de crecimiento y no en un riesgo para la organización.