La UE investiga la competencia en el sector del comercio electrónico

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La investigación de la competencia en el sector del comercio electrónico que acaba de iniciar la Comisión Europea se engloba dentro de las medidas recientemente presentadas para lograr un mercado único digital.

Dentro de las 16 iniciativas que ha presentado la Comisión Europea para crear un mercado único digital se encuentra una investigación en materia de competencia en el sector del comercio electrónico en la Unión Europea. Ésta, que fue anunciada por Margrethe Vestager, comisaria europea responsable de la política de competencia, el pasado mes de marzo, permitirá al organismo europeo detectar posibles problemas de competencia en los mercados de comercio electrónico europeos.

La Comisión Europea investigará las barreras erigidas por las empresas al comercio electrónico transfronterizo de bienes y servicios en los que esta actividad está más extendida, entre ellas la electrónica y los contenidos digitales.

Margrethe Vestager que “los ciudadanos europeos se topan con demasiados obstáculos transfronterizos a la hora de acceder a los bienes y servicios disponibles online. Algunos de ellos son creados por las propias empresas. Mi objetivo con la presente investigación sectorial es determinar el alcance de estos obstáculos y sus efectos en la competencia y los consumidores. Si son contrarios a la competencia, no dudaremos en adoptar medidas coercitivas con arreglo a las normas de defensa de la competencia de la UE”.

La intención de la Comisión es identificar “los obstáculos reglamentarios que entorpecen el comercio electrónico transfronterizo”, eliminarlos y “crear un espacio en el que los ciudadanos y las empresas puedan acceder con fluidez a las actividades en línea en condiciones de libre competencia, con independencia de su nacionalidad o de su lugar de residencia”.

El organismo ha detectado “indicios” de que son las propias empresas las que pueden poner trabas al comercio transfronterizo online, “con vistas a fragmentar el mercado único de la UE en función a las fronteras nacionales e impedir así la competencia. Esas trabas pueden consistir, por ejemplo, en restricciones contractuales en los acuerdos de distribución que impiden a los minoristas la venta de bienes o servicios adquiridos online o de forma transfronteriza a clientes situados en otro país de la UE”.

Redacción