El canal de impresión europeo se prepara para el impacto del COVID-19 en las ventas

Según los últimos datos de distribución publicados por Context, el volumen de ventas de impresoras a través de los distribuidores más grandes de Europa Occidental disminuyó un 2,3% interanual en enero. Pese a este descenso, el segmento de impresoras de consumo experimentó un aumento de las ventas de un 5,8%, principalmente debido al buen rendimiento de las impresoras multifunción de inyección de tinta, que crecieron un 7,5%, y de las impresoras multifunción láser, que experimentaron un crecimiento excepcional del 22,8%). Las ventas de impresoras de una sola función en este mercado continuaron cayendo bruscamente, un 11,6% en el caso de las impresoras de inyección de tinta y un 23,8% en el de las impresoras láser.

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Respecto al segmento de impresoras para empresas (que representa el 34% de las ventas de impresoras y el 67% de los ingresos en Europa Occidental), hubo una fuerte disminución a principios del primer trimestre. La caída del 14,8% se debió principalmente al bajo rendimiento de las impresoras multifunción empresariales en casi todos los países (las ventas de impresoras multifunción de inyección de tinta y láser disminuyeron un 18,5%), lo que provocó una caída de ingresos del 11%. Es probable que esta tendencia en las ventas de multifuncionales cambie en los próximos meses.

No hay evidencia clara de que las ventas de impresoras en enero se hayan visto afectadas por el coronavirus. Sin embargo, el rendimiento del mercado podría ser más débil en el primer trimestre de 2020, y el alcance de esto depende de la rapidez con que se pueda contener la propagación. Esto también determinará si habrá un impacto en un trimestre, en dos trimestres o más.

Desde Context creen que habrá un impacto en el suministro de componentes, y es probable que las ventas del segundo trimestre se vean afectadas. Si se tarda más allá de finales de marzo en contener el virus, se espera un mayor impacto en la producción y la demanda posiblemente cambiará en la segunda mitad del año.

Teniendo esto en cuenta, los proveedores podrían presionar a sus clientes para que realicen compras basadas en proyectos, ya que esperar podría significar que la escasez tendrá un efecto colateral en los precios y los clientes terminarán pagando un precio superior.

El cierre continuo de las operaciones por parte de los principales centros de fabricación de tecnología de China en respuesta al nuevo coronavirus podría tener un efecto masivo en el cumplimiento de proyectos en Europa Occidental, que se sumaría además a la disrupción causada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que también tiene un impacto duradero en las cadenas de suministro mundiales.