6 de cada 10 usuarios de PC han sufrido estafas de soporte técnico

  • Seguridad

Las pérdidas de dinero y tiempo que conllevan estas estafas continúan siendo habituales, a pesar de que los usuarios se han vuelto más precavidos ante ellas. Los jóvenes son presa de este tipo de estafas con mayor frecuencia, en particular los pertenecientes a la generación Z y los millennials.

Las estafas de soporte técnico, en las que los estafadores usan tácticas intimidatorias e ingeniería social para engañar a los usuarios, y hacer que paguen por servicios de soporte técnico innecesarios, siguen siendo más habituales de lo que cabría esperar. Como muestra el estudio Global Tech Support Scam 2018 elaborado por Microsoft, un 63% de los usuarios de ordenadores ha estado expuesto a intentos de estafa, y que el 6% de éstos ha sufrido pérdidas económicas como consecuencia de esta actividad delictiva.

Este tipo de estafas se inician con la llegada de un correo electrónico al usuario, que es redirigido desde una web o pop-up fraudulentos o recibe una llamada telefónica de alguien que dice pertenecer al equipo de soporte técnico de una compañía de tecnología fiable, que le pide sus contraseñas para acceder a su dispositivo con el fin de solucionar un inexistente problema técnico. Una vez facilitada contraseñas e información personal a los estafadores, éstos toman el control del PC y extorsionan a su propietario, exigiéndole el pago de una cantidad de dinero para recuperar el control de su dispositivo. En otros casos, los estafadores pueden robar información personal y financiera, o instalar software malicioso.

Aunque, según el estudio, el porcentaje de encuestados que han estado expuestos a estafas de soporte técnico ha disminuido cinco puntos respecto a 2016, las pérdidas de dinero y tiempo que conllevan estas estafas continúan siendo habituales, a pesar de que los usuarios parece que se han vuelto más precavidos ante ellas. Los datos reflejan que los jóvenes son presa de este tipo de estafas con mayor frecuencia, en particular los pertenecientes a la generación Z y los millennials, especialmente los hombres, probablemente debido a que arriesgan más en Internet y a su exceso de confianza por estar más familiarizados con la tecnología que las generaciones anteriores.