El problema técnico de CrowdStrike muestra el peligro de centralizar las operaciones digitales en un solo proveedor

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La dependencia de un solo proveedor para la gestión de nuestros servicios de infraestructura tecnológica puede convertir cualquier fallo menor en una catástrofe. Los proveedores locales de TI son clave para evitar los riesgos de centralizar servicios críticos en grandes multinacionales y tener un mayor control de la información.

El reciente problema técnico global en CrowdStrike, que ocasionó una interrupción en los servicios de Microsoft, afectó a 8,5 millones de dispositivos Windows. Esta situación, que impactó a aeropuertos, bancos, hospitales y muchas otras instituciones importantes, pone de relieve un problema crítico en la era digital: la excesiva dependencia de grandes multinacionales para la gestión centralizada de nuestros servicios de infraestructura tecnológica.

Y es que, la dependencia de un único proveedor para múltiples servicios esenciales puede resultar en consecuencias devastadoras ante cualquier fallo, por insignificante que parezca. Este incidente reciente destaca de manera clara los peligros de centralizar nuestras operaciones digitales en manos de unos pocos gigantes tecnológicos. Según NuuBB la clave para protegernos radica en diversificar y aplicar estrategias de ciberresiliencia sólidas que minimicen estos riesgos.

Centros de datos locales

La mayoría de los centros de datos están en Estados Unidos, lo que implica que, al contratar servicios con multinacionales, los datos suelen almacenarse allí, fuera de la protección de las leyes europeas. Esto no solo aumenta el riesgo de pérdida de datos, sino que también limita la posibilidad de recibir un servicio personalizado, algo que los proveedores locales pueden ofrecer de manera más efectiva.

Dado que la mayoría de los servidores de centros de datos se encuentran en Estados Unidos (39,2%), seguidos por países como Alemania (11%), Rusia (6,7%), Francia (3,9%) y Turquía (3,7%), es crucial fortalecer la soberanía digital en España mediante centros de datos locales. Esto asegura un mayor control sobre la información, facilita el cumplimiento de las leyes locales y simplifica la gestión de los datos en comparación con el uso de centros en el extranjero.

Para las empresas, contar con centros de datos en España significa una mayor protección de la información, previniendo usos indebidos o divulgación no autorizada, y ofreciendo mayor independencia de proveedores externos. Esto fomenta la innovación y la expansión a nuevos mercados. Para los ciudadanos, el almacenamiento de datos en territorio español garantiza una privacidad más segura y controlada, protegiendo la información personal y ofreciendo mayor seguridad contra ataques cibernéticos y otros riesgos digitales.