Pros y contras de vender online en un marketplace

  • Distribución

Los marketplaces siguen creciendo a un ritmo del 300% cada año. De hecho, el 66% de los compradores online españoles utilizan estas plataformas para comprar. El arranque inmediato de las ventas y la despreocupación de la gestión de los pagos, son dos de sus ventajas para los ecommerce, aunque también presentan inconvenientes.

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El crecimiento de la venta online es una realidad que se consolida en nuestro país y aporta cifras de facturación más que significativas. Según CNMC, la facturación del comercio electrónico en España aumentó un 32,8% interanual durante el primer trimestre de 2018 hasta alcanzar los 8.974 millones de euros.

Gran parte de este crecimiento reside en las plataformas de marketplaces, que están creciendo a un ritmo del 300% cada año. Según datos del IAB, el 65% de los compradores online españoles asegura utilizar estas plataformas como punto de información para sus compras, y un 66% de ellos ya convierten a venta en ese mismo canal.

Si hablamos de marketplaces, Amazon y Alibaba copan la mayor parte del mercado. Según un estudio publicado por One Click Retail, a nivel mundial los consumidores gastaron 310.000 millones de dólares en Amazon en 2017. Aunque la plataforma de Jeff Bezos sigue siendo un marketplace de referencia en Europa, encontramos también otros operadores más locales, o más especializados, como eBay, AliExpress, Asos o Zalando.

Son muchas las ventajas de vender en un marketplace, las principales son:

– Arranque inmediato de las ventas. Los marketplaces disponen de wizards de importación de productos, sistemas simplificados para conectar desde otras plataformas o gestores de contenidos muy sencillos.

– Despreocupación de la gestión de los pagos. El marketplace se encarga de todo el circuito de checkout y pagos, asumiendo fraudes y riesgos, memorizando tarjetas de crédito y garantizando la confidencialidad de datos y clientes.

– Mejora del posicionamiento y la visibilidad. Los marketplaces disponen de módulos de conversión de moneda, logísticos aplicados por geografía, traductores, incluso ofrecen la posibilidad de gestionar la mercancía en depósitos del propio marketplace.

Pero también pueden producirse algunas situaciones menos ventajosas cuando utilizamos un marketplace, como, por ejemplo:

-- Los clientes son de la propia plataforma y hay poca libertad de movimiento ya que todos los paneles de control son similares y la personalización de los frontales bastante escueta.

-- El tráfico va hacia la plataforma, pudiendo fagotizar a la propia marca. Si un contenido se repite en una tienda online y en un marketplace, los buscadores priorizarán este último, con todo lo negativo que ello implica.

-- Márgenes escasos. Las comisiones pueden no ser críticas para el fabricante, pero sí para el distribuidor, más aún si se opera a través de un sistema de pujas o variando el precio en función del inferior.

-- Adaptación al ciclo de pagos que marque la plataforma. Habrá que prestar atención a la repercusión en esos pagos de las devoluciones que generen los clientes y a nivel impositivo, la inexistencia de deducción fiscal en facturas que se emitan desde Luxemburgo o Hong Kong.

Según VASS, antes de plantearse el vender en un marketplace hay que evaluar todos los costes. Por un lado, los directos, incluyendo cuota de puesta en marcha, costes de mantenimiento, por transacción, costes logísticos, comisiones por promociones, etc., y por otro, los costes indirectos, relacionados con la dedicación continuada a la gestión del Marketplace. A partir de ahí, cada organización deberá determinar cuáles son los pros y los contras de apostar por las ventas a través de estas plataformas comerciales online.