El 45% de los compradores españoles opta por opciones de pago digitales

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La tarjeta de crédito o débito se sitúa como la opción más utilizada por los consumidores, seguida por el efectivo y el pago a través de PayPal. Destaca el progresivo crecimiento de e-wallets, que revela cómo las empresas se están adaptando cada vez más a ofrecer diversas posibilidades a través de la digitalización.

Adyen presenta los resultados de su último Informe Adyen de Métodos de Pago 2023 en España, que muestra, entre otros datos, el crecimiento de la oferta de opciones de pago aplazado en las empresas españolas (63%), o la prioridad de la seguridad por parte de los consumidores a la hora de decantarse por un método u otro a la hora de pagar (87%).

Los tres últimos años han provocado que los hábitos de compra condicionen la elección de los usuarios y la inversión de las empresas en torno a los métodos de pago ofertados. Aunque levemente, el número de usuarios que opta hoy en día por opciones de pago digitales ha aumentado del 43% en 2022 al 45% en 2023. Sin embargo, todavía hay un 22% que no considera necesario utilizar opciones de pago digitales, y un 12% que no lo hace porque no desea perder el control de lo que gasta.

La tarjeta de crédito o débito se sitúa como la opción más utilizada por los consumidores (82%), seguida por el efectivo (62%) y el pago a través de PayPal (54%). Además, entre los métodos de pago destaca el progresivo crecimiento de e-wallets como Apple Pay, Google Pay y Samsung Pay (29%), que eran usadas sólo por el 13% de los consumidores en 2022.

En lo que respecta al pago a plazos, los analistas predicen que el gasto financiero global de este tipo de métodos de pago aumentará un 92%, y dentro de dos años se espera que el valor de este método de pago alcance el 12% del gasto total en comercio electrónico sólo en bienes físicos. En los sectores donde más se utiliza es en compras vinculadas a electrodomésticos (28%), electrónica (21%) y automoción (20%).

La seguridad preocupa a los usuarios

En lo que respecta a métodos de pago, entre los principales retos de las empresas de nuestro país se encuentra la transformación digital, según el 50% de los encuestados. Le sigue en segundo lugar el fraude y seguridad (43%) seguido de su relación con clientes (37%).

La seguridad continúa siendo una de las prioridades de los consumidores a la hora de valorar los diferentes métodos de pago, mientras que se mantiene como una de las mayores preocupaciones para los negocios (57% de las empresas). Concretamente, 5 de cada 10 retailers de nuestro país consideran prioritario ofrecer opciones de pago con el menor riesgo de chargeback a sus clientes. Por ello, no es de extrañar que para las empresas el reto de 2023 en cuanto a métodos de pago sea precisamente la adecuada gestión del fraude y la seguridad (51%).

En lo que respecta a los consumidores, la inmensa mayoría de ellos valoran por encima de todo la seguridad que ofrecen los métodos de pago (87%) a la hora de decantarse entre uno u otro. A pesar de esta preocupación, casi 7 de cada 10 usuarios afirman que nunca han sufrido fraude en sus compras (67%).

Al elegir con qué método de pago se sienten más seguros, los consumidores afirman que es la tarjeta de crédito/débito (82%), sin embargo, es precisamente con este método de pago con el que han experimentado un fraude en mayor medida (19%). Al hablar sobre seguridad también entra en juego la autenticación reforzada de cliente (SCA) para reducir el fraude, exactamente la mitad de las personas encuestadas prefiere recibir códigos de autenticación en su teléfono a través de SMS a la hora de comprar (53%).

Predicciones de un futuro incierto

Los métodos de pago condicionarán el futuro de los hábitos de compra de los próximos tres años. Según el 36% de los consumidores, en 2026 los e-wallets y tarjetas virtuales desbancarán por completo a las tarjetas de crédito/débito físicas y más de 3 de cada 10 usuarios aseguran que el efectivo se extinguirá por completo dentro de su rutina de compra.

En lo que respecta a la inversión de las empresas, 8 de cada 10 están de acuerdo con las afirmaciones de que impulsará inversiones en tecnologías que favorezcan las compras a través de diferentes métodos de pago digitales (85%). A su vez, consideran que será necesario ofrecer incentivos a través de medios de pago para fidelizar a los clientes (84%) y consideran que ofrecerán cada vez más opciones de pago aplazado (82%).