La digitalización y el talento marcarán el mercado laboral español en 2026
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Nos enfrentamos a la paradoja de tener más tecnología que nunca, pero con una productividad estancada. La digitalización se perfila como motor de competitividad, aunque su impacto dependerá de la inversión en competencias y formación, ya que la presencia de especialistas TIC sigue siendo insuficiente, señala Infojobs.
España encara 2026 en un momento clave para su mercado laboral. Aunque la evolución económica mantiene un tono favorable, con previsiones de crecimiento para 2025 por encima de la media europea (2,9% según la Comisión Europea) y 22,39 millones de personas ocupadas de acuerdo con la EPA, persisten retos que condicionan la capacidad de crecimiento a medio y largo plazo: productividad estancada, escasez de talento especializado, desigualdades digitales y falta de relevo generacional.
Los últimos datos de la EPA muestran que la ocupación continúa creciendo de forma moderada y la población activa se mantiene en máximos históricos, impulsada por la prolongación de la vida laboral y la llegada de profesionales extranjeros. Sin embargo, el desempleo sigue siendo elevado: 2,61 millones de personas sin trabajo. La tasa de paro se sitúa en torno al 10,5%, mientras que el desempleo juvenil alcanza el 25,4%, uno de los grandes puntos críticos del mercado español.
Un mercado laboral en transformación
En este contexto, InfoJobs advierte que 2026 será un año decisivo para definir si el modelo productivo español avanza hacia un entorno más tecnológico y orientado a la productividad, impulsado por la digitalización y la adopción de nuevas herramientas. “Nos enfrentamos a la paradoja de tener más tecnología que nunca, pero con una productividad estancada. La clave ya no es solo la adopción de la IA, sino evitar que la brecha de competencias deje fuera del mercado al talento sénior o bloquee la entrada de los jóvenes”, señala Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs.
La digitalización se perfila como motor de competitividad, aunque su impacto dependerá de la inversión en competencias y formación. El Informe sobre el Estado de la Década Digital 2025 de la Comisión Europea revela que apenas el 55,6% de los europeos posee competencias digitales básicas. España se sitúa por encima de la media en habilidades de usuario, pero el verdadero desafío está en el nivel avanzado: la presencia de especialistas TIC sigue siendo insuficiente, especialmente entre las mujeres, lo que agrava la brecha de género en el sector más estratégico de la economía.
La productividad también refleja debilidades estructurales. Aunque las horas trabajadas crecieron un 2,5% interanual en el tercer trimestre de 2025, la productividad por ocupado cayó un 0,5% y la productividad por hora trabajada un 0,3%. La brecha del PIB por persona en edad de trabajar se amplió hasta 33 puntos porcentuales respecto a la UE8, según FEDEA.
Talento y relevo generacional
El relevo generacional se convierte en otro gran desafío. La generación del baby boom alcanza la edad de jubilación y, a partir de 2030, la proporción de personas mayores llegará a niveles históricos, superando los 1,59 millones en 2045 según el INE. La incorporación de nuevos trabajadores no bastará para cubrir esa retirada, lo que tensionará el sistema productivo y de pensiones. La transición exige asegurar la transmisión del conocimiento, la adaptación tecnológica de los sénior y la atracción de talento joven, incluso hacia sectores vocacionales o territorios menos poblados.