La escasez de talento tecnológico es un lastre para la transición digital

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España, que supera en poco los 900.000 especialistas en TIC, tendría que contar con 1,5 millones en seis años. “Si no somos capaces de acabar con la brecha de habilidades avanzadas en TI, nuestras empresas serán más débiles frente a otras potencias mundiales”, advierte Patricia Baeza, de fibratel.

Las autoridades comunitarias se han marcado como objetivo, dentro de su iniciativa de la Década Digital, incorporar 20 millones de nuevos especialistas en TIC, todo un reto si tenemos en cuenta que actualmente tan solo hay 9,8 millones de profesionales cualificados disponibles. En lo que respecta a España, supera en poco los 900.000, y tendría que contar con 1,5 millones en seis años.

Como explica Patricia Baeza, Chief People Officer de fibratel, “la tecnología es un instrumento clave para abordar la transformación digital de la economía y, para ello, necesitamos disponer de profesionales altamente cualificados. Sin embargo, el déficit de personal especializado se está enquistando y eso puede poner en riesgo la competitividad europea y, por supuesto, la española. De hecho, según el Foro Económico Mundial, el 70% del valor económico de la próxima década estará ligado a la digitalización. Se necesitan soluciones urgentes”.

Brecha de habilidades

Desde el punto de vista de fibratel, en virtud de los proyectos en los que está trabajando con sus clientes empresariales, los profesionales más demandados son los que tienen un alto nivel de conocimientos de cloud computing, desarrollo y DevOps, ciberseguridad, big data y analítica de datos, sistemas y data center, así como especialistas en tecnologías innovadoras como la automatización y la inteligencia artificial, que deben integrarse en las arquitecturas que ya tienen las compañías para obtener ventajas competitivas.

Para Patricia Baeza, la resolución de este reto exige una serie de medidas coordinadas, que van desde la cooperación público-privada, la priorización de la educación en STEM y una ampliación de la capacidad formativa de los países, a facilitar la incorporación de las mujeres a las carreras STEM o la puesta en marcha de programas en las empresas que favorezcan el desarrollo y el reciclaje profesional.

“El reto está ahí y si no somos capaces de acabar con la brecha de habilidades avanzadas en TI, nuestras empresas serán más débiles frente a otras potencias mundiales. Europa, y especialmente España, cuenta con unos profesionales de muy alto nivel pero necesitamos ampliar con rapidez la base de expertos con competencias en TI”, concluye Baeza.