Los profesionales confían en la IA para transformar su trabajo en 2026
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La inteligencia artificial ya está firmemente establecida en el lugar de trabajo, pero sólo el 11% de los profesionales recibe formación regular y completa en la tecnología. Los trabajadores creen en un futuro colaborativo, donde la IA complemente la creatividad y el criterio humano en lugar de sustituirlos.
La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad cotidiana en el entorno laboral. Sin embargo, su impacto en las expectativas salariales y en la preparación de los profesionales sigue siendo desigual. Así lo refleja el último estudio de Robert Walters, que analiza cómo perciben los trabajadores cualificados la influencia de la IA en sus carreras de cara a 2026.
El informe revela que más de tres cuartas partes de los encuestados (78%) se sienten algo o muy seguros trabajando con herramientas basadas en IA. Solo un 12% afirma sentirse inseguro, mientras que 1 de cada 10 reconoce no tener experiencia alguna con estas tecnologías. Para Arkaitz Vega, Managing Consultant en Robert Walters, “la IA ya está firmemente establecida en el lugar de trabajo y los profesionales muestran confianza, pero aún queda por dar el paso desde el interés a la práctica. Y para ello, el apoyo empresarial es imprescindible”.
La IA cambia el trabajo, pero no los salarios
El 80% de los profesionales espera que algunas de sus tareas cambien o desaparezcan en el futuro cercano debido a la automatización. Sin embargo, este aumento en la complejidad apenas se refleja en las expectativas salariales: solo un 6% considera que su trabajo se ha vuelto más complejo y espera un salario más alto.
La gran mayoría (69%) no ha experimentado cambios significativos en la complejidad de sus funciones y, por tanto, no prevé variaciones en su remuneración. Esto evidencia una brecha entre la transformación tecnológica y la evolución de las estructuras salariales.
El estudio subraya una serie de áreas clave en las que las empresas deben actuar para preparar a sus equipos, empezando por invertir en formación. Aunque muchos profesionales se sienten seguros, la capacitación específica en IA es fundamental para garantizar un uso eficaz. Además, la automatización redefine tareas y responsabilidades, lo que debería reflejarse en la compensación.
Los trabajadores creen en un futuro colaborativo, donde la IA complemente la creatividad y el criterio humano en lugar de sustituirlos, pero la formación sigue siendo la asignatura pendiente. Solo el 11% de los encuestados recibe formación regular y completa en IA, y el 55% asegura que su empresa ofrece pocas o ninguna oportunidad de formación.
Esto significa que más de la mitad de los profesionales perciben que sus organizaciones no están invirtiendo de forma sistemática en el desarrollo de habilidades digitales. “El desafío de integrar la IA en el lugar de trabajo no solo recae en los profesionales adaptándose a estos cambios, sino también en las empresas apoyándoles durante este proceso”, matiza Vega.
Construir confianza, proporcionar capacitación adecuada y garantizar una remuneración justa serán pasos cruciales para que tanto los trabajadores como las organizaciones aprovechen al máximo los beneficios del progreso tecnológico en 2026.