Más del 99% de los ciberataques requieren interacción humana

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Los actores de amenazas siguen empleando ingeniería social con el objetivo de aprovecharse de la vulnerabilidad humana y atraer a los usuarios para que hagan clic en enlaces y archivos maliciosos. Las empresas necesitan un enfoque holístico en ciberseguridad, que contemple una formación eficaz de los empleados y sistemas de defensa por capas.

Proofpoint ha publicado su informe “Human Factor 2019”, en el que han analizado datos recogidos entre la base global de clientes de la compañía de ciberseguridad durante 18 meses. Pues bien, de el se extrae que más del 99% de las amenazas se ha activado mediante la acción de una persona, bien sea para ejecutar macros, abrir archivos o seguir enlaces, lo que pone de manifiesto la importancia que tiene hoy la ingeniería social para que un ataque sea exitoso.

Alrededor de 1 de cada 4 correos electrónicos de phishing enviados en 2018 estaba asociado a servicios cloud de Microsoft. La mayoría de estos cebos de phishing tenía como objetivo el robo de credenciales, creando asimismo bucles de retroalimentación para informar sobre futuros ataques, movimientos laterales, phishing interno, etc. Las principales familias de ‘malware’ han sido troyanos bancarios, ladrones de información, herramientas de administración en remoto (RAT) y otras cepas no destructivas, diseñadas para permanecer en los dispositivos infectados y así robar continuamente datos de utilidad para los actores de amenazas.

Los actores de amenazas están perfeccionando sus herramientas y técnicas en busca de mayor beneficio económico y robo de datos. En este sentido, los cibercriminales están obteniendo mejores resultados mediante ataques que utilizan más de cinco identidades contras más de cinco usuarios en organizaciones objetivo.

Los atacantes suelen dirigirse a los usuarios denominados como VAP (Very Attacked People), es decir, personas muy atacadas en lo más profundo de una empresa. Estos usuarios suelen tener mayor probabilidad de convertirse en objetivo de ataque, al igual que aquellos trabajadores con direcciones de correo fáciles de encontrar y acceso a datos sensibles de la compañía. El 36% de los perfiles VAP puede encontrarse de forma ‘online’ a través de páginas web corporativas, redes sociales o publicaciones.

El envío de mensajes por parte de los cibercriminales sigue fielmente los patrones de tráfico de correo electrónico de una organización. De este modo, la mayoría de los emails se despacha los lunes (30%) y, en fin de semana, el porcentaje se sitúa en menos del 5%. Gran parte de los correos electrónicos maliciosos del segundo trimestre de 2019 se ha distribuido de manera uniforme durante los tres primeros días de la semana y en campañas de ciberataques iniciadas en domingo (10% del total analizado).

En cuanto a los sectores en riesgo, educación, finanzas, marketing y publicidad han sido las industrias con un promedio más alto en “Attack Index”,

"Actualmente, los cibercriminales se están dedicando a atacar de manera agresiva a los usuarios, ya que resulta mucho más fácil y rentable enviar correos electrónicos fraudulentos, robar credenciales y subir archivos maliciosos a aplicaciones en la nube que crear un exploit caro, lento y con una mayor probabilidad de error", apunta Kevin Epstein, vicepresidente de Threat Operations para Proofpoint. "Para reducir significativamente este riesgo, las empresas necesitan un enfoque holístico en ciberseguridad, centrado en las personas, que contemple una formación eficaz de los empleados en esta materia, así como sistemas de defensa por capas que les den visibilidad de cuáles son sus usuarios más atacados".