El consumo de TI por suscripción por parte de las empresas crece un 36%

  • Al día

Gracias a la flexibilidad de este modelo, las empresas están solicitando cada vez más los productos y servicios que necesitan a través de suscripción. La tecnología es la categoría más demandada en este momento, destacando los productos electrónicos como ordenadores, smartphones o tablets.

Recomendados: 

Informe. Tendencias tecnológicas 2022 Leer 

Impacto económico de una plataforma de Comunicaciones unificadas Leer

Empresas nativas digitales. Cómo elegir la tecnología correcta para mi empresa Leer 

Las empresas están solicitando cada vez más los productos y servicios que necesitan a través de suscripción, siendo la tecnología la categoría más demandada en este momento, en especial, productos como ordenadores, smartphones o tablets. Según datos de Simplr, la suscripción a tecnología por parte de empresas se ha disparado un 36% en los últimos meses.

En palabras de Ángel Bou, CEO & Co-founder de Simplr, “en un contexto de máxima incertidumbre y con la inflación disparada, las compañías han encontrado en el consumo por suscripción una alternativa que les permite acceder a los productos y servicios que necesitan con gran flexibilidad. De este modo, las empresas solo consumen los productos que requieren, en el momento en que los precisan y durante el tiempo que desean sin necesidad de realizar grandes desembolsos o atarse a condiciones en muchas ocasiones abusivas”.

La situación actual de incertidumbre que está dando lugar a la reorganización de espacios a consecuencia del teletrabajo o los elevados cambios producidos en el personal de las organizaciones, está provocando que estas comiencen a solicitar otros servicios mediante pago por uso que se adapten a las necesidades que tienen en cada momento. Ejemplos de esto son vehículos, mobiliario o snacks para los trabajadores.

Simplr propone un cambio en el patrón de consumo que priorice el uso sobre la adquisición, reutilizar en lugar de desechar y, en definitiva, suscribir en lugar de comprar, bajo un modelo de pago por uso más democrático y flexible. De este modo, permite a las compañías ajustar sus compras a sus necesidades reales y, una vez que estas concluyen, devolver los productos utilizados para que otras organizaciones puedan usarlos, elevando al máximo el ciclo de vida de los mismos y reduciendo la fabricación de bienes.