El outsourcing de TI generó un negocio de 6.125 millones en 2019

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La concienciación acerca de la aplicación de procesos de transformación digital e innovación tecnológica, y las necesidades de flexibilidad y ajuste de costes por parte de las empresas son algunos de los factores que facilitarán el crecimiento del sector a corto plazo, a pesar de los efectos de la pandemia de la COVID-19.

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Según el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA, la prestación de servicios de outsourcing de TI generó en 2019 unos ingresos totales de 6.125 millones de euros, un 5,1% más que el ejercicio anterior, en el que también se había registrado un crecimiento del 5%. La necesidad de aumentar la flexibilidad y ajustar los costes, el papel de estos servicios en el proceso de transformación digital de las empresas españolas o la expansión del cloud y las nuevas propuestas de valor asociadas a esta tecnología, se encuentran entre las razones que explican la favorable evolución reciente del negocio.

La prestación de servicios a clientes ubicados en el extranjero registró un incremento algo mayor en 2019, contabilizando una tasa de variación del 6,2%, hasta los 1.025 millones de euros. Por su parte, la actividad destinada a clientes en España generó unos ingresos de 5.100 millones de euros, habiendo crecido un 4,8% respecto al año anterior.

La gestión de infraestructuras se mantuvo como el principal segmento de actividad, suponiendo el 47,9% de los ingresos. Sin embargo, las áreas de outsourcing de procesos de negocio (BPO) y gestión de aplicaciones experimentaron un mayor dinamismo en 2019.

Los cinco primeros grupos reunieron en 2019 el 55% del volumen de negocio derivado de la prestación de servicios de outsourcing de TI. Los diez primeros, por su parte, concentraron algo más de las tres cuartas partes del total. En los últimos meses los operadores del sector han llevado a cabo diversas operaciones de adquisición e integración de empresas, apreciándose una tendencia de aumento del grado de concentración de la oferta.

De cara a 2020, la pandemia de la COVID-19 ha generado un alto nivel de incertidumbre, motivando la renegociación o retraso de proyectos en marcha. No obstante, el posicionamiento del outsourcing tecnológico como elemento vertebrador de los cambios que deben afrontar las empresas en el nuevo escenario hará que el mercado se vea menos penalizado que en otros sectores de actividad.