El comercio ha perdido facturación en todos los trimestres del año

  • En cifras

Se prevé una caída del consumo privado en torno al 14% en 2020, y es previsible que no se perciba una recuperación hasta mediados de 2021. Nos encontramos con un consumidor más racional, que planifica más sus compras y pospone muchas de ellas en espera de una recuperación, y que ha perdido el miedo a las compras online.

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El último Resumen de Indicadores de Comercio de diciembre de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) viene marcado por el impacto de la segunda ola del COVID-19, y las nuevas restricciones a la actividad impuestas en varias comunidades autónomas. Con los datos disponibles, y a expensas de la previsible mejoría de la campaña de Navidad, el comercio ha perdido facturación en todos los trimestres del año.

La evolución del gran consumo o la recuperación en electrodomésticos y electrónica, ligados principalmente al mayor tiempo que los consumidores están en casa, no compensará la caída del resto de categorías, como el textil. En noviembre y parte de diciembre, Cataluña, Asturias, Castilla y León volvieron cerrar centros comerciales y grandes establecimientos, mientras que otras autonomías, como la andaluza, se redujo el horario de atención de los establecimiento. Con todo, prácticamente más de un tercio del comercio en España se ha visto obligado a parar de nuevo un mes a causa de las restricciones.

Ala vista de estos datos, se prevé una caída del consumo privado en torno al 14% en 2020. Es previsible que no percibamos una recuperación hasta mediados de 2021, en función de cómo evolucione la vacunación, los fondos de recuperación europeos y la recuperación del turismo.

A lo largo del año se han ido consolidando algunas tendencias claras en el consumo que han transformado la dinámica comercial, más allá de las restricciones ocasionadas por la pandemia:

--La seguridad, un factor indispensable para la distribución comercial. El consumidor quiere espacios seguros de compra, medidas de prevención y distanciamiento adecuadas y una protección lo más eficaz posible para empleados y clientes. Las empresas distribuidoras han invertido más de 140 millones de euros desde el inicio de la pandemia para garantizar la seguridad en las tiendas. La prueba de su efectividad es que sólo el 0,8% de los contagios del ámbito laboral se han producido en el comercio.

--Ahorro y planificación del gasto. La confianza del consumidor sigue en niveles mínimos, lo que empeora la tendencia a realizar grandes compras. Esta pérdida de confianza y las restricciones han disparado el ahorro que llegó alcanzar niveles récord en el segundo trimestre (31,1%). Nos encontramos con un consumidor más racional, que planifica más sus compras y pospone muchas de ellas en espera de una recuperación.

--La digitalización del comercio. La pandemia ha creado el entorno propicio para el despegue de las compras online. En categorías como la alimentación, la cuota de mercado del ecommerce se ha duplicado. En otras categorías más desarrolladas, como el textil, supera el 20%, e incluso alcanzamos niveles europeos del 34% en electrónica de consumo. Es previsible que se consoliden las compras online, pero hay que ser prudentes.

--Mayor tiempo en el hogar se traduce en cambios en el consumo. Los cambios de estilos de vida, el teletrabajo, la falta de movilidad, vivir en casa o el ocio digital han cambiado las prioridades de gasto. En alimentación, se ha producido un desplazamiento de consumo de la restauración a los hogares, y en los electrodomésticos vemos una fuerte recuperación en V desde el verano por el mayor gasto en equipamiento del hogar. Los productos tecnológicos van a recuperar prácticamente la fuerte caída del 13% registrada hasta abril, gracias a la compra de equipos tanto de trabajo como de ocio en el hogar.