Un 76% de los españoles ha sido objetivo de una estafa en los pagos

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Tres de cada cuatro usuarios españoles creen que las entidades financieras deberían mejorar sus sistemas de detección de fraude. Un 31% aceptaría llamadas del banco y un 30% alertas en la aplicación del banco. Sin embargo, el 8% de los clientes realiza el pago a pesar de recibir una advertencia por posible fraude.

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FICO ha hecho público un informe sobre el impacto que produce el fraude en los pagos en tiempo real entre los consumidores, en el que se destaca que un 76% de los españoles ha sido objetivo en alguna ocasión de una estafa. El 61% había realizado pagos por menos de 500 euros, pero un 2% llegó a pagar más de 7.500.

Según el estudio, el 76% de los españoles ha recibido algún tipo de mensaje, correo electrónico, llamada de teléfono… que consideraron parte de una estafa. El informe destaca asimismo el hecho de que el 8% de los españoles que recibió un mensaje desde su banco alertando de una posible estafa en el pago continuó con la transacción, y tan solo el 19% informó a su banco de la estafa sufrida.

Los consumidores han adoptado rápidamente las facilidades que ofrecen los pagos en tiempo real a través de aplicaciones como PayPal o Bizum. Sin embargo, cualquier nuevo canal de transacciones digitales abre también la puerta al desarrollo de nuevas técnicas de estafa entre los delincuentes. En el caso de los pagos en tiempo real, el patrón más común es el de las estafas.

En España, el 90% de los consumidores admitió haber realizado un pago en tiempo real y el 87% haberlo recibido. El 84% de los usuarios de este tipo de transferencias las utiliza para realizar transacciones con otras personas, aunque el 46% ya ha usado esta opción para llevar a cabo compras en negocios. Solo dos de cada diez empresas (18%) realizan pagos a clientes usando aplicaciones en tiempo real.

“Aunque la percepción de seguridad en este tipo de pagos es generalizada entre los consumidores españoles, los pagos en tiempo real no tienen los mismos niveles de protección que los pagos con tarjeta, por lo que educar correctamente a los usuarios es una responsabilidad urgente de las entidades financieras”, admite Manel Regueiro, director general de FICO España. “De la misma manera, los bancos deberían mejorar la información sobre las estafas más usuales como custodios de las cuentas de los clientes”.

Los consumidores responsabilizan a los bancos

El 75% de los usuarios españoles creen que las entidades financieras deberían mejorar sus sistemas de detección de fraude y, de hecho, agradecerían que el banco anulara una transacción fraudulenta antes de que se produjera o que se comunicara con ellos para alertar del peligro: un 31 % aceptaría llamadas del banco y un 30 % alertas en la aplicación del banco. Sin embargo, el 42% admiten que se consideran a sí mismos responsables por haber sido víctimas de la estafa. Un 16% de los encuestados cambiaría de entidad financiera si no recibe una respuesta satisfactoria por parte de sus gestores después de haber perdido el dinero tras un pago asociado a una estafa, lo que representa a 7,5 millones de clientes.

Además, los bancos que reciben la transferencia deberían ser capaces de identificar que se trata de una transacción fraudulenta y prevenir la capacidad de estos delincuentes a la hora de abrir cuentas. De hecho, el 22% de los ciudadanos cree que el responsable último de la estafa es precisamente la entidad financiera que ha permitido operar al criminal, frente al 18% de los que creen que el garante debe ser el banco en el que la víctima tiene la cuenta.

Por otro lado, el 38% de los españoles afirman que su banco no hace lo suficiente para formar correctamente sobre posibles estafas. El 73% de los españoles ve positivo que su banco anule un pago si cree que es una estafa. Esto resalta el hecho de que una fricción leve no provoca malestar necesariamente en el cliente si observa que es para proteger su bienestar financiero. En este sentido, las tecnologías de inteligencia artificial y machine learning combinadas con proceso contextual y soluciones de decisión y comunicación pueden ayudar a las entidades financieras españolas a reducir la efectividad de las acciones que llevan a cabo los delincuentes.

“Los bancos deberían poner en marcha soluciones de inteligencia artificial o de machine learning, con las que es más sencillo identificar y cuantificar las probabilidades de que una transacción sea, en realidad, una estafa”, confirma Regueiro. “Las interacciones directas y bidireccionales con los clientes, utilizando el canal de preferencia del usuario, pueden también forzar a que las potenciales víctimas reflexionen sobre la transacción antes de llevarla a cabo. Finalmente, en el caso de que la estafa llegue a puerto, una resolución rápida puede ayudar a que el cliente quede satisfecho y no busque otra entidad de más confianza”.