El mercado laboral de la próxima década será más diverso y digitalizado

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La inteligencia artificial y la automatización continuarán modificando las operativas de trabajo y las competencias digitales serán las más valoradas, junto a las más difíciles de sustituir por los sistemas inteligentes, como la empatía, la sensibilidad o la inteligencia emocional.

La Fundación Adecco ha realizado un análisis de las características esenciales del mercado laboral de la próxima década, en el que insta a las empresas a reflexionar sobre su grado de madurez en elementos tan importantes como la diversidad, el envejecimiento de la población y el auge de la inteligencia artificial.

La diversidad se perfila como un factor clave en el mercado laboral y en la gestión del talento en la próxima década. El invierno demográfico es una realidad en España y las proyecciones de Naciones Unidas vaticinan que la población en edad de trabajar caerá del 65% actual al 50% en los próximos 25 años. Para mantener el ritmo de crecimiento económico, nuestro país necesitará a la fuerza laboral migrante, con potencial para llenar el vacío de una población activa nativa decreciente.

La presencia simultánea de hasta cinco generaciones en el entorno laboral, incluyendo a los millennials, la generación Z, la generación alfa y las generaciones más sénior (x, baby boomers) perfila un contexto novedoso que plantea desafíos y, al mismo tiempo, grandes oportunidades para las empresas en la próxima década.

Digitalización y auge de la IA: amenaza y oportunidad

La digitalización y la inteligencia artificial (IA) están impulsando una revolución sin precedentes en el mercado laboral, transformando el “modus operandi” de las empresas y redefiniendo los perfiles más demandados para competir en este nuevo entorno digitalizado.

Esta realidad genera grandes oportunidades para las organizaciones, que pueden mejorar su eficiencia, reducir costes y aumentar la precisión en la toma de decisiones. Pero también existen riesgos, entre los que destaca la necesidad de reducir la brecha digital y “no dejar a nadie atrás” en esta revolución tecnológica. Además, es imprescindible hacer frente a la discriminación algorítmica y a otros desafíos como las nuevas adicciones, la dependencia tecnológica o los riesgos relacionados con la privacidad y la seguridad en internet. En este sentido, existe gran escasez de talento digital aplicado a lo que demanda el mercado laboral. Y es que, a pesar de las elevadas cifras de desempleo en España, hay posiciones que no se consiguen cubrir pues no existen profesionales con las competencias demandadas. Es un reto para las empresas y también una oportunidad para reorientar carreras profesionales.

Si hay una competencia profesional que será altamente demandada durante la próxima década, se puede resumir en dos palabras: habilidades interpersonales. A medida que las máquinas y la IA asumen tareas técnicas y repetitivas con precisión y rapidez, el factor humano adquiere un rol diferenciador en aspectos como la comunicación, la colaboración, la empatía o la resolución de conflictos. En este contexto, las empresas no solo valorarán conocimientos técnicos, sino que priorizarán a aquellos profesionales capaces de construir relaciones sólidas, liderar equipos diversos y conectar de manera genuina con otras personas.

Habilidades como la empatía, la comunicación y la colaboración facilitan un ambiente de trabajo inclusivo y motivador, donde los profesionales se sienten escuchados y valorados, aumentando su compromiso y facilitando la retención del talento.

La creciente necesidad de habilidades interpersonales implica una mayor inversión en programas de formación continua, creando entornos que favorezcan la práctica de estas competencias. Todo ello requiere un cambio en la mentalidad organizativa y en los sistemas de reconocimiento y evaluación del desempeño.