El sector del reciclaje de residuos electrónicos y pilas español crece un 15,7%

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El crecimiento de este tipo de residuos está asociado al uso cada día más intensivo de tecnología por parte de los ciudadanos. La puesta en el mercado de aparatos de uso doméstico creció un 5,4%, impulsada por el fuerte repunte de monitores y pantallas, así como de aparatos pequeños de informática y telecomunicaciones.

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El sector del reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y pilas y baterías generó 1.100 millones de euros en nuestro país en 2019, lo que implica un crecimiento del 15,7% frente al generado un año antes, que fue de 955 millones de euros. Además, aportó 176 millones de euros a las arcas del Estado y da trabajo a 19.000 personas, un 15,8% más. Estas son las cifras que desvela la segunda edición del Informe anual de Recyclia sobre las tendencias de esta industria y que, según José Pérez, consejero delegado de Recyclia, “reflejan muy claramente, no sólo su crecimiento, sino también la robustez de un modelo de gestión que demuestra un alto valor social para transitar hacia un esquema productivo circular y sostenible”.

El informe, que desglosa el valor que aporta el reciclaje de RAEE y pilas y baterías, apunta que el primero de ellos ya supone el 6,5% del total de la industria de gestión de residuos de todo tipo de nuestro país, con un crecimiento de 0,6 puntos respecto al año anterior. “Esto el crecimiento de este tipo de residuos, sin duda asociado al uso cada día más intensivo de tecnología por parte de los ciudadanos”, apunta Pérez.

Por lo que se refiere a las cifras de gestión de RAEE y pilas y baterías en España, nuestro país gestionó 320.000 toneladas de RAEE, un 11,6% más que en 2017 y el equivalente al 51% de las toneladas de aparatos electrónicos puestos en el mercado, superando así el objetivo de recogida obligatorio del 45% establecido por la Unión Europea, y la media europea del 47%. Además, nuestro país consiguió reciclar el 44% de esos residuos, situándose también por encima del promedio europeo (38%). Con respecto a pilas y baterías, el informe recoge que la práctica totalidad de estos residuos fueron recogidos y tratados en nuestro país.

El estudio de Recyclia también analiza el impacto de la pandemia en el mercado de aparatos electrónicos y pilas en 2020. En concreto, el año pasado se comercializaron 747 millones de aparatos, un 1,8% más que en 2019 y el equivalente a 1.042.000 toneladas. La puesta en el mercado de aparatos de uso doméstico creció un 5,4%, impulsada por el incremento del teletrabajo y del ocio en el hogar. Destaca, especialmente, el fuerte repunte de monitores y pantallas (27,4%), así como de aparatos pequeños de informática y telecomunicaciones (24,2%). Frente a ella, la demanda de aparatos profesionales decreció un 9,5% respecto a 2019, fundamentalmente por una menor actividad empresarial y el cierre masivo de oficinas. En este sentido, los dispositivos profesionales han representado el 21,6% del total de aparatos puestos en el mercado el año pasado, un 2,7% menos que en 2019.

Asimismo, los fabricantes introdujeron en el mercado 607 millones de pilas y baterías, con un peso de alrededor de 15.000 toneladas, lo que supone un incremento respecto a 2019 del 4,1% en términos de unidades, y del 10% en términos de peso.

Según José Pérez, “los retos a los que ha de hacer frente la economía española para impulsar las transiciones verde y digital, junto al complejo escenario post pandemia, pasan ineludiblemente por reforzar la capacidad competitiva del sector de gestión de aparatos electrónicos; por tratarse del flujo que más rápido crece, el más valioso, en términos de las materias primas críticas que contienen, y por su potencial contrastado para ejercer de palanca de la recuperación socioeconómica”.