Se necesitan 300.000 nuevos profesionales en el sector data center

En los últimos cinco años se ha duplicado el tamaño del sector data center (DC), convirtiéndose en uno de los más relevantes para la economía nacional y global. España, y concretamente Madrid, debido a su situación geográfica, la disponibilidad de fuentes de energías renovables y su riesgo bajo con respecto a desastres naturales (3,05%), se ha convertido en un punto clave para la inversión de la industria DC. Para 2025, se estiman necesarios en torno a 300.000 nuevos profesionales en el sector, que serán imprescindibles para garantizar su pleno funcionamiento.

Su crecimiento rápido en los últimos años, así como el previsto en un futuro próximo, ha llevado al personal a especializarse en este nicho de mercado concreto para lograr cubrirlo. Aunque es cierto que un gran número de profesionales apuestan por la especialización en el sector DC, muchas empresas se han encontrado durante los últimos años con la problemática de la falta de talento.

“La situación actual conduce a pensar en el aumento de mano de obra que experimentaremos a muy corto plazo. Para que la especialización de los profesionales crezca a la par que el propio sector, es de suma importancia apostar por la triple vertiente: captación del talento, formación y retención activa. Todo ello con el objetivo de impedir poner en riesgo su actividad y asegurar la disponibilidad de los servicios”, explica Patricia Baeza, responsable People&Well-being de fibratel.

Formación necesaria

Baeza resalta cuatro ramas: perfiles comerciales, de operación y mantenimiento, de gestión de obra de construcción y de análisis de datos. “Es cierto que los perfiles demandados desde las empresas dedicadas al DC no difieren de los de cualquier otro sector, aunque sí se distinguen en los niveles de especialización”, declara. Concretamente, remarca el reto al que se enfrentan todos los centros de datos, la sostenibilidad, como el indicio sobre qué tipo de formación se debe perseguir por parte de los trabajadores y empresas.

Es cierto que todavía no existen grados o formación profesional específica en este campo, pero diferentes fabricantes ponen a disposición certificaciones concretas de gran valor para las empresas del sector. “La formación constante es esencial para asegurar la versatilidad de los trabajadores dedicados al DC con el objetivo de garantizar su adaptación a los posibles cambios y novedades”, asegura Baeza.

La diversidad de perfiles requeridos en el sector junto a la necesidad de realizar un desarrollo y relevo generacional, llevan a las empresas a apostar por un talento joven que busque desarrollar su carrera profesional junto a ellos, asumiendo nuevos retos y responsabilidades. En este contexto, juegan un papel fundamental las empresas y las instituciones públicas. Con respecto a estas últimas, cada vez más universidades y centros de formación profesional buscan dar respuesta a esta situación, creándose ad hoc programas formativos y de empleabilidad en este ámbito de trabajo.

Por su parte, las compañías deben apostar por asegurar el conocimiento individual e invertir en el capital cultural de la empresa en general, entendiendo la formación como garantía de excelencia. “Para las empresas es totalmente necesario crear un plan no solo de atracción de talento, sino también de retención. Este debe contener, además de planes de formación, hechos que se trasladen a la vida personal de los trabajadores como políticas bienestar, desconexión digital, etc.”, concluye Baeza.